domingo, 30 de diciembre de 2018

Del azar y la suerte



Me presentaron  al  hombre comunicador, distendido, y asequible, de casualidad, de esa que no existe...en la presentación del libro "Quema el viento" de mi amigo José Serna.

"Cuestión de suerte", con un prólogo maravilloso de Katy Parra, publicado en  el 2015, ha sido mi  última lectura de un libro completo  del año 2018 . Sobre mi mesilla, reposa ya otro muy diferente que necesitará mi atención en 2019.

En el amor, los  hombres se completan  y se perfeccionan con  sus parejas, sus amantes, sus encuentros fortuitos, efímeros o permanentes. Los artistas, sin embargo,  aman y  pertenecen a todos aquellos que buscan infatigablemente el beneficio de la intangible hermosura del Arte, para ser más bienaventurados, conectándonos a esos misteriosos "hilos invisibles que bajan o suben " dentro de nuestras almas. El Arte es de todos.

Así, sumergida en el conocimiento del escritor, del Sr. Borao artista,  he viajado a su vida en el pasado en la que desnudó su alma para todos nosotros.

Leyendo , me perdí entre sus trenes y andenes vacíos, con vagones con olor a soledad, sus cigarrillos llenos de humo de lunas pasadas y ocasos en sus viajes.

Amigo, si puedo llamártelo, qué belleza, me has llenado de ternura.
Más de un momento, estremeciéndome, has sido mío, con tu música azul y triste. Así leyendo, me apoderé de cada letra y de cada palabra, mientras repasaba con tus historias mi propia frágil existencia, acariciándote en la distancia, al pasar las hojas de tu libro, como si de verdad mi melancólico consuelo de la madrugada realmente, te arrullara...y eso si que no me lo creo, claro. Morirías de tanto amor con tus lectores, pobrecito mio. Y como bien exclamas en “Punto de inflexión” , una de mis favoritas ... ¡ Dichosa ingenuidad!

Eres afortunado, Sr. Borao, no lo dudes, y yo también, al haberte encontrado por azar o por suerte.









domingo, 16 de diciembre de 2018

La incertidumbre.




Finaliza en breve 2018. Un  pequeño resumen del año.

Parece que me susurra una voz, una suave canción nostálgica en francés. Siento 3 besos en las mejillas, huele a croissant, un chocolat o quizás un café. Espera y verás, me dice una voz, aún no ha concluido lo  fortuito o lo impensable.
Parece cómico. La vida se ríe de nosotros.

Un salto desde el sobresalto al desconcierto,  de la estupefacción a la confusión y siendo honrada a la verdad, para terminar, la conmoción.

Me apremia la curiosidad y no puedo dejar de asomarme a la ventana e intentar adivinar un poco el aspecto de lo que viene.La prisa es mala consejera, pienso,  y mis preguntas aún tienen que esperar. Aguardo.

 Nos faltan días, horas, minutos y segundos para que sea ayer. Oh, yesterday!, canta la melodía.
Pero 2019, es la incertidumbre todavía. No quieras correr.

Así, como con  una necesidad extraña ,apuro cada momento cada porción de mi vida, con una ansiedad perturbada por las sensaciones, conmovida mi alma por una ternura  que nunca antes  había sentido. Soy una insomne que necesita respirar cada oportunidad que golpea el viento sobre las rocas, sin perder ni un instante de mi existencia.

2018.
 Se despide lleno de ocasiones,mi familia y amigos de siempre, otros seres,otros viajeros que han pasado por mi vida y que van por otro sendero..., gente nueva que quiere permanecer. Cada vez menos cosas a las que adherirse. Buena cosa.

Aire fresco, pero sigue la incertidumbre.

martes, 11 de diciembre de 2018

Los colores de la Navidad












Nunca nos cansamos de opinar, quejarnos de lo que no nos gusta. A la mínima salta la frase hiriente o se cose un ribete a la puntilla para rematar. Y eso en si, es lo bueno de la libertad: poder expresar diferentes puntos de vista con una cierta tranquilidad.
Vamos al apunte del pespunte.

Hoy hacían 5 grados cuando salía de casa a trabajar... ¡Qué pintorescas las luces de Navidad chispeantes como el champán recién servido! Colores blancos, azules, rojos, verdes, campanitas, lauburus, muérdagos artificiales y el Belén junto a la iglesia.
 5 grados.
Vayas donde vayas, es Navidad, la  Pascua de la pandereta y el villancico, del turrón y el mazapán. Y aunque no quieras, del bombón obligado.

Todos los días, en calles menos alumbradas, veo cajas de cartón, de almacenaje, plásticos tendidos en esquinas y manos alargadas como sombras cosechándolas, como oportunidades de asilo ante la incertidumbre de lo que vendrá.

También he visto, comida solidaria despreciada en contenedores, placebos de estupefacientes inservibles para muchos y colas,... largas colas junto a iglesias con clanes activos y concienzudos, pisando fuerte a ancianos sin casa, sin despensa y sin vida.
Los grados  que harán en Nochebuena no importan ahora, eso ya se verá.

Y me vienen los recuerdos de las Navidades pasadas. Conciertos para la esperanza. Hoy hablaba de Pandora en mi clase, de su paloma y de su curiosidad.
Recuerdo el olor a humedad de los albergues de noche, el violín que se apagaba de pena, amargura en sus notas. Aquellos ancianos de residencia, oubliettes  para el escrúpulo , villancicos entre olores a sospecha de abandono, combustión de la reputación y un poquito de repugnancia.
Lo siento. Es invierno ante todo.

Las calles azules de la noche, me marean con tanto amor hasta aturdirme y me hacen confesar, que yo maté al mayordomo y no lo volveré a hacer más.

martes, 4 de diciembre de 2018

Vueltas en circulo

Lo de que me gusta la gente sencilla, esa que no tiene doble cara, algún poeta lo ha escrito.

Sí que he leído alguna vez eso, de amigos , que tienen la mirada iluminada, aquellos que no ocultan lo que sienten, los que escuchan y compadecen, la gente que te brinda su apoyo en horas bajas. Esa que no desaparece y que sabes que siempre está.

Esa gente me gusta.

En el camino, encuentras almas complicadas que te paran en el andar, te preguntan a dónde vas.Si pueden te empujan, te retrasan, quieren que vuelvas atrás. Te conducen por un sendero, dando vueltas en circulo, confusa el alma implora y a veces no puede escapar.

Me gusta la nobleza recorriendo la ruta. Si llueve, que llueva, si hay niebla, buceando entre la bruma, se llegará.
Una mano conocida sin doble filo, que comprende y no pregunta y se pone en tu lugar.Eso es la verdadera amistad.No engaña, no cobra por dejarse acompañar.

Nos sobran los gélidos bronces de los ilustres embaucadores, los ilusionistas del  engaño, los que nos manipulan en contra de nuestra voluntad.

Y no hay música ni imágenes para acompañar este discurso. Nada puede reemplazar la fuerza de la palabra.Nada.

 Wu wei, lo que sea, será.

lunes, 3 de diciembre de 2018

El blues, sin autobús








Por mediación de las plegarias espirituales africanas durante la época de la  esclavitud de este pueblo, en Europa y Estados Unidos se originó quizás, uno de los más bellos cantos de expresión sentimental: el blues.

En un principio, se crearon como canciones de trabajo mientras se realizaban faenas como la recogida del algodón. La influencia de melodías inglesas, irlandesas, o baladas escocesas también aportan un toque melancólico a esta expresión musical que se ha fusionado con otros ritmos más vivos, en ocasiones, para dejar patente que en la vida no todo es alegría y desenfreno, sino que el lado yin de la historia, femenino, dulce y sugerente es capaz de envolver la historia de la vida y reconvertir todo.

La estructura es de un patrón de doce compases, en compás de 2/4 o 4/4 utilizando 3 acordes diferentes.

 La palabra "Blues", aunque se traduce comúnmente como melancolía, hace referencia a los ángeles azules, los ángeles caídos....aquellos que, expulsados del paraíso preguntan mediante sus canciones, con sus gritos y plegarias el porqué están en la tierra.

Es un canto a la desesperación, lleno de soledad que con el tiempo, derivó a un testimonio sensual, a veces,donde la insinuación de cada nota se desliza como una caricia a nuestro espíritu.
El blues, va unido a la palabra y normalmente siempre se canta, aunque en su defecto, se puedan utilizar instrumentos melódicos acompañados siempre por un bajo , batería y guitarra acústica o eléctrica.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Lo que nos queda







Cuando hablamos de la aventura y el riesgo siempre pienso en un terremoto. Lo relaciono como si fuera algo repentino, sin previo aviso , como  un temblor de tierra, que puede ocasionar la pérdida de todo, hogares, familiares, amigos y posesiones.


Los movimientos imprevistos, son como jugar al ajedrez: salvo  un enroque a tiempo u otro movimiento ágil, para causar tablas, se puede originar la perdida de la partida a uno de los contrincantes.

Ante cualquier paso en falso, todo lo que se descuida en ese viaje puede ser increíble. La esperanza, es mínima, pero hay posibilidades de que ante una gran pérdida nos quedemos aún con algo en las manos....y ante la adversidad, eso es lo que hay que valorar: lo que nos queda.

Tirarse a una piscina sin saber nadar y sin salvavidas, nos puede dejar sin vida. Quizás sea mejor observar la piscina tomándose un marianito desde la terraza y disfrutar del paisaje, la compañía de las personas o el sonido de la música de ambiente.
Pero cuando el entorno no nos gusta, somos abstemios y la música es mala, aparece el problema y decides tirarte de cabeza a la piscina a ver si mejora tu situación y te diviertes con la vida.Una experiencia inquietante eso de lanzarse al vacío sin saber usar un parapente, pero por otro lado, es la otra salida, la que valoramos, a riesgo de extraviarnos en el camino.
 Poca gente lo hace. El embarque en aventuras y venturas, suele ser para valientes, artistas arriesgados, locos de la vida.
 El riesgo, es así,  un movimiento previsto o imprevisto, que te lleva a cometer una locura, con  arte en las venas, sin pensar en el qué dirán, movido por la curiosidad y el deseo.

Conozco a alguno de esos lunáticos que por buscar una vida mejor han cometido extremas imprudencias en sus vidas y aunque parezca absurdo, salieron del terremoto con muy poco en las manos, algunos sin nada porque lo perdieron todo, fama, honor, amigos...pero les quedaba el orgullo y la fuerza para salir adelante. Y lo consiguieron.
Nunca se sabe.

sábado, 24 de noviembre de 2018

La libertad










Yo siempre digo que la vida a menudo nos envía por senderos mal iluminados, estrechos y de difícil acceso. Es en el preciso momento en el que llegas a la cumbre cuando te das cuenta de que estás vivo. No se si es muy importante tener esa percepción confortadora, quizás no sea tan trascendental,pero cuando las ideas se descifran en el punto culminante, aparece el concepto de libertad y de saber elegir en mi cabeza.

En la película “La caza del octubre rojo” el capitán olvida su disciplina militar y decide desertar para evitar una 3ª guerra mundial . Noah Gordon en “El médico”, describe a un protagonista que viaja a Isfahán para aprender el Arte de la medicina ocultando su verdadera identidad religiosa y practicando ciencias prohibidas por su maestro...y así infinidad de ejemplos.

En nuestra madurez, las escenas de la vida son como narraciones o películas que se repiten y nos recuerdan quienes fuimos, qué somos y qué no queremos ser. Ese es el aprendizaje y el Arte de aprender de cada día.

Y después de sobrevivir a cualquier situación sobrecogedora, hiriente, cómica, lasciva o incluso amorosa nos queda la reflexión y en ese punto estoy, pensando, con un punto de guasa e ironía en mi boca, mis ojos atentos viendo que la rueda del mundo no cambia y sigue girando igual de repetitiva para enseñarnos una lección que nunca aprendemos. Aunque por otro lado, el que algo quiere, algo le cuesta y la disciplina, la rectitud en la vida es tan necesaria como el agua que bebemos, no obstante, nunca debería de limitarnos para no perder nuestra capacidad de elección. Descansemos un poco y como decía la madre María, “Let it be”.


lunes, 19 de noviembre de 2018

Ken,la montaña










¡Qué alta e inquietante es la montaña!
Hasta el aire que respiro me turba.
En la niebla, apenas veo
aquello intangible que me golpea.

Ese interminable paseo por lo desconocido,
me conduce a una historia que termina
y a una nueva esperanza
que me hace retomar el camino perdido.

sábado, 17 de noviembre de 2018

De la ignorancia y el dolor





Cuando sales de tu caparazón y de tu zona de confort, suele suceder que lo inevitable se tope en tu camino. Esto es lo que me ha pasado hoy por ir a comprar un ambientador para el coche.
A veces no sabes si esconderte entre las bambalinas de las tiendas, de esos centros comerciales a los que cada vez voy menos, por cierto, o coger el primer pantalón que veas y meterte en el probador hasta un tiempo prudencial y ver si ha pasado la marabunta.
En sí, no es cobardía, ni siquiera miedo, es tan solo falta de apetito de saber, de conocer qué ha sido de la gente de tu pasado, aunque te duela no saberlo . Pero cuando el encontronazo es inevitable y la exclamación de ilusión de los que te ven al cabo del tiempo retumba en el espacio sabes que tendrás que enfrentarte a la respuesta del qué tal os va.
Ahí viene el desencanto y el disgusto, cuando compruebas que las quejas de los presuntos abandonados son intensas y no puedes hacer nada para disminuir su aflicción.Y oyes entre otras barbaridades y maravillas en contra del presente, lo de, las cosas sin ti no son lo mismo. Ahí  comienza mi ira.
Me enfado con los que heredan joyas y las empeñan, con los que reciben un trabajo bien hecho y no lo continúan, con el maldito destino que nos manda por caminos diferentes y nos separa de la gente que amamos y nos castiga con el no retorno al pasado.
Y después, la despedida con un nudo en la garganta, aguantando las lágrimas en los ojos y con la sensación de que nadie se quiere ir.
El camino es largo, me oigo decir a modo de despedida, seguro que nos encontramos en otro punto.
Llego a casa y pienso si tan necesario era el puñetero ambientador y me enfado conmigo misma por haber salido de casa.
Imposible  ser sensata o prudente ante la casualidad que me vende llena la mente de una pasión oscura que me deja triste y confusa, mirando al vacío de la soledad que me rodea.
Impotencia.

domingo, 11 de noviembre de 2018

Los ignorantes


A aquel que busca la iluminación, iluminando el camino de los demás se le denomina en el budismo, bodhisattva, Esa generosidad de seres anónimos que no sólo buscan su propio bien, sino el bien de los demás.
La acción de esos entes se hace patente en contadas ocasiones, en momentos puntuales de nuestra existencia. Nunca pasa nada por casualidad.
Si esos seres de luz tocan tu puerta, el golpe es tan intenso que todo tu ser se convulsiona. Al principio , no eres consciente de quien está frente a ti.
Ni siquiera ellos mismos lo saben tampoco:son ángeles ignorantes de su propia condición.
Pero te salvan la vida.

Se mueven en silencio,
como si te abrieran un gran ventanal para que el aire huela a romero y el frío de la soledad de la noche se transformara en compañía. Entonces, afrontas con valor tus problemas y quieres vivir .
El sufrimiento se transforma en un minúsculo peldaño de la vida y ya comprendes lo que no entendías.
Puedes seguir caminando.





martes, 6 de noviembre de 2018

El Arte que perdura




Hierve el agua bajo el fuego,
Kan arriba, Li abajo
así, con el calor,
 hasta que se agoten las llamas
y no quede vapor
y todo se reduzca a la nada.
Hierve el té,
se prepara...
es solo un glorioso momento
hasta que se consume
y después,
nos queda el recuerdo
del calor y el agua.

miércoles, 31 de octubre de 2018

Difuntos



DIFUNTOS

Déjame besar tu sombra,
si acaso vendados los ojos
oír el sonido de tu silencio.

Así marcando el tempo,
los latidos de mi corazón
acompañarán la música del amor.

Y no habrá reloj,
ni disciplina, tan sólo un aroma marcado
en consonancia con la pasión.

Déjame ocupar tus pensamientos,
que los míos están despiertos en mi mirada
porque grande es la verdad,
limpia y profunda.

Y no hay espectros que nos asusten
solo renuncias,
cuando lo imposible
respeta el dolor. 


jueves, 4 de octubre de 2018

Vueltas de tuerca



Como fantasmas, surgen de la nada los avatares empeñados en querer ser entes  y pertenecer al presente.

No hay forma de disipar sus etéreos vapores y como fragancias de dulce sabor a miedo, se nos meten en el cuerpo.

Vueltas de tuerca se oyen como campanas brillantes,para recomponer lo que estaba ya hace mucho tiempo roto y sin embargo, intacta su esencia.

No hay forma de descubrir qué locos sueños esconden sus manos porque las visiones de espectros del pasado ya están muertos.

Toca a mi puerta un visitante extraño cantando una copla distinta para soltar mis cadenas, de prisiones y cautiverios escondidos al acecho.

No hay forma de huir ante el arte, pues  es la virtud quien lo envía. Y el arte gana por su rectitud, la batalla.


domingo, 26 de agosto de 2018

La ira











Hay una historia budista que habla sobre la inutilidad de la ira. "En medio de una espesa niebla, un hombre está pescando en su botecito cuando otro hombre aparece entre la niebla y choca contra el suyo. Al principio, el hombre maldice y grita a la persona que pilota la otra embarcación, insultándole y exigiendo que retroceda y le deje espacio. Sin embargo, cuando mira más detenidamente, descubre que el otro bote está vacío:nadie maneja el timón. Repentinamente su ira desaparece y se da cuenta de la inutilidad de su rabia"

La discreción nos puede ayudar a evitar la exageración, que es tan ridícula como falsa.Aquel que exagera acaba al final presumiendo una situación irreal y llega a creerse  su propia mentira. En el mundo ficticio del que vive sometido a la contradicción, la ira se hace fuerte y produce la llave que abre el corazón de la discordia hasta dañar las relaciones entre las personas y sus afectos.

La falta de empatía es amiga del orgullo, del deseo de ser alabado y de triunfar sobre todas las cosas y personas. Inútil propósito, cuando la cólera violenta nuestra capacidad de acción y de reacción y nos hace olvidar que el bote está vacío y que aquello que nos hace enfadar, no existe.


viernes, 27 de julio de 2018

El arte de ser feliz











El monje Matthieu Ricard explica que  la meditación consiste en:" familiarizarse con una visión clara y justa de las cosas, y de cultivar cualidades que, aunque todos nosotros poseemos en nuestro interior, se mantienen en estado latente mientras no hagamos el esfuerzo de desarrollarlas."
Para ser mejores personas no basta con desearlo, sino que hay que esforzarse. Es como el que toca un instrumento de música, mecánicamente, con  técnica o sin técnica pero nos deja fríos. Aquel que se exhibe, que le gusta ser admirado o ser amado pero que ve que pasan los años y no llega a ningún sitio y no es feliz.

A este respecto Ricard aconseja que aunque aparentemos ser muy felices, no podremos serlo de verdad si no nos interesamos por el bienestar del prójimo: "Buscar la felicidad sólo para uno mismo es la mejor manera de conseguir que ni nosotros ni los demás seamos felices."

Por eso hay que olvidarse de lo que uno quiere, de nuestra propia ambición y si es necesario liberarse de las ataduras materiales sin vacilar para transformar el modo en el que percibimos las cosas porque la riqueza que ignoramos está escondida, donde menos imaginamos.

Debemos permitirnos llorar o reír si lo necesitamos, escuchar lo que nos manda la vida, porque seguro que es una enseñanza interesante. Tenemos que hacer las cosas que queremos hacer, sin dejar trabajos inacabados, no decir aquello de...¿qué hubiera pasado si hubiera hecho esto o aquello? Porque cuando ya no estemos ya no podremos hacerlo, y aquí se quedará todo, nuestro orgullo, la vida que construimos con sus riquezas y sus pobrezas y tan solo seremos un pequeño recuerdo en la mente de algunos. Y seremos juzgados justa o injustamente pero ya no nos importará.


martes, 16 de enero de 2018

Vacio












Estamos llenos, cuando la soberbia nos ocupa,vacíos cuando se marcha.
Un corazón pleno de amor, se vacía cuando el olvido nos llena.
Se va una emoción y nos invade otra con una fragancia distinta.
Es solo un instante el vacío, un desierto vacuo
que no tiene ni una flor.
Derramando el agua, observamos lo que queda disponible en nuestra alma,
para llenar otro hueco de esperanzas o desilusiones.

Completamos lo vacío con lo que nos complace y nos hace feliz.