domingo, 29 de julio de 2012

El matrimonio

Durante la ceremonia de una boda a la que asistí hace poco, el oficiante hizo lectura de un interesante texto de Gibran Jalil Gibran sobre una reflexión que el poeta y artista hace sobre el matrimonio, cuando sus discípulos le preguntan acerca del mismo.
Dice así:
"Nacisteis juntos y juntas permaneceréis para siempre, aunque las blancas alas de la muerte dispersen vuestros días.

Más dejad que en vuestra unión crezcan los espacios.
Y dejad que los vientos del cielo dancen entre vosotros.
Amaos uno a otro, más no hagáis del amor una prisión.
Mejor es que sea un mar que se meza entre las orillas de vuestra alma.



Llenaos mutuamente las copas, más no bebáis solo de una.
Compartid vuestro pan, más no comáis de la misma hogaza.
Cantad y bailad juntos, alegraos, pero que cada uno de vosotros conserve la soledad para retirarse a veces de ella.
Hasta las cuerdas de un laúd están separadas, aunque vibren con la misma música.
Ofreced vuestro corazón, pero no para que se adueñen de él, porque sólo la mano de la vida puede contener vuestros corazones.
Y permaneced juntos, más no demasiado juntos, porque los pilares sostienen el templo, pero se encuentran separados.
Y ni el roble ni el ciprés crecen el uno a la sombra del otro."


lunes, 23 de julio de 2012

Verano




                                      Es en el verano, cuando encontramos paraísos o infiernos.

                                     Aquello que es falso se nos revela .......y vemos la realidad,

                                     el pensamiento erróneo y el pensamiento correcto.

viernes, 6 de julio de 2012

Del impulso a la acción



A. Honneger escribió la obra Pacific 231 intentando representar un ejercicio interno del impulso a la acción.De hecho, el título inicial de la obra no hacía referencia a ninguna locomotora y se llamaba Sinfonía del movimiento o algo por el estilo.
Según sus propias palabras amaba tanto los ferrocarriles y las locomotoras que los consideraba seres vivos.

El Pacífico es un tipo de locomotora a vapor con cuatro ruedas piloto,seis motrices y dos ruedas finales.
El cineasta francés Jean Mitry realizó un corto en 1949 con este mísmo título y consiguió el galardón en el festival de Cannes.

Aprovecho esta entrada para desearos buen verano y felices vacaciones a todos.

miércoles, 4 de julio de 2012

El dolor



¿Qué música cura el sufrimiento?, ¿Cual de ellas frena el llanto?, ¿Porqué no suena la que calma el ánimo?,
Haré cuanto pueda para causar felicidad. Haré cuanto pueda para donar mi felicidad imparcialmente. Esa es la música que debemos escuchar.

"Ni el ofrecimiento tres veces al día
de trescientos cuencos de comida a los necesitados
es comparable a una porción del mérito contenido
en un instante de amor."
Najarjuna

domingo, 1 de julio de 2012

La letra




Dicen que la letra y la escritura refleja la realidad psicológica de los seres humanos. Un análisis de la letra de Mozart nos revela una forma de letra pueril, en tanto que la presión de la mano correspondía a la afirmación de una tremenda energía creadora unida-como ocurre con grandes artistas geniales- a una sensualidad siempre despierta.
El doctor Jean Rivére, eminente grafólogo decía que Mozart luchaba con inquietudes que tanto le venían del cielo como del infierno.
En cuanto a la dirección, la letra de Mozart tenía un indicio de debilidad, su mente oscilaba entre los polos de la serenidad y la melancolía. Sin embargo, la continuidad de su escritura resulta sorprendente, y puede compararse a la de ciertos médiums.
" En el hay un ideal elevado, un gusto raro y sublime. Hombre dominado por lo afectivo, aunque reaccionaba a veces, de modo casi doloroso, contra el excesivo fluir de sus propias ideas. Una potencia a veces excesiva para el ser que la poseía: una gigantesca cabeza puesta sobre un cuerpo endeble. En Mozart se realizó un encuentro sumamente raro y paradójico: la conjunción de un temperamento y de un carácter que no estaban hechos el uno para el otro."


Hay críticos, como Alejo Carpentier, que ven todo lo aquí expresado en la partitura del Don Juan, sublimación de los defectos y de las cualidades de un genio que encerraba, en sí mismo, todas las contradicciones, peripecias y posibilidades angélicas y diabólicas del comportamiento humano.