sábado, 24 de noviembre de 2018

La libertad










Yo siempre digo que la vida a menudo nos envía por senderos mal iluminados, estrechos y de difícil acceso. Es en el preciso momento en el que llegas a la cumbre cuando te das cuenta de que estás vivo. No se si es muy importante tener esa percepción confortadora, quizás no sea tan trascendental,pero cuando las ideas se descifran en el punto culminante, aparece el concepto de libertad y de saber elegir en mi cabeza.

En la película “La caza del octubre rojo” el capitán olvida su disciplina militar y decide desertar para evitar una 3ª guerra mundial . Noah Gordon en “El médico”, describe a un protagonista que viaja a Isfahán para aprender el Arte de la medicina ocultando su verdadera identidad religiosa y practicando ciencias prohibidas por su maestro...y así infinidad de ejemplos.

En nuestra madurez, las escenas de la vida son como narraciones o películas que se repiten y nos recuerdan quienes fuimos, qué somos y qué no queremos ser. Ese es el aprendizaje y el Arte de aprender de cada día.

Y después de sobrevivir a cualquier situación sobrecogedora, hiriente, cómica, lasciva o incluso amorosa nos queda la reflexión y en ese punto estoy, pensando, con un punto de guasa e ironía en mi boca, mis ojos atentos viendo que la rueda del mundo no cambia y sigue girando igual de repetitiva para enseñarnos una lección que nunca aprendemos. Aunque por otro lado, el que algo quiere, algo le cuesta y la disciplina, la rectitud en la vida es tan necesaria como el agua que bebemos, no obstante, nunca debería de limitarnos para no perder nuestra capacidad de elección. Descansemos un poco y como decía la madre María, “Let it be”.