martes, 30 de julio de 2019

Virtual y virtuoso






Ni siquiera me dejaste con un beso apalabrado,prendido con un alfiler sobre mi corazón.No escuché tus pasos al marchar,ni pude ver tu sombra con ese perfume a abandono habitual cuando desapareces.
Se quedó tan vacío el tiempo que no persistió el dolor de tu ausencia o la falta de presencia.
Un relámpago en la oscuridad anuncia la tormenta y de golpe caen las gotas de adoradores, aduladores y falsedades como caretas de carnaval tardío en el mes de julio.

Me pregunto dónde están las palabras que me dijiste...¿Escritas en un word,en la sección de documentos archivados,en cartas,informes y sucedáneos? Entretanto,los chats de amigos se amontonan como pesadillas de internet y los que te fallaron o no te interesan ,no suelen desactivarse solos.Lo virtual es tan ambiguo, a veces, con emoticones sin sentido que me pregunto si no es mejor limpiar la pantalla con Cristasol para considerar la claridad de lo que percibimos oscuro.

El calor hace estragos.Y el teléfono mudo.No hay mayor tormento  que la afonía del misterio para el que quiere saber el porqué del silencio.Como un exótico plato tropical de indescifrable sabor son los adioses que no se dijeron.Ni siquiera una mirada de odio, que ya hubiera sido algo o un portazo simbólico de rabia.
De algunos, me queda en el recuerdo una voz cálida, unos dedos rozando mi cabello y una mirada trastornada...y nada más.Esa apatía del descuido, del no acordarse, roza lo virtuoso de lo virtual.
¿Donde? Cantaban los niños de Guridi a los que la torre se les había caído.Y el mundo también se desploma a pedazos bajo mis pies y desde mi invalidez de espectadora pasiva apenas  puedo moverme.
Siempre comienza otro tiempo con preguntas sin posible respuesta.Agosto.La revolución ha llamado a mi puerta para quedarse y preparo un cuarto de invitados con sábanas limpias que huelen a jabón de violetas y a libertad.
Mi violín suena.


martes, 23 de julio de 2019

Lo imposible








Este año he conocido la ciudad de Córdoba y me ha enamorado.Ha sido un paseo por la historia, sumergida entre poesía , la semana cultural de la guitarra, paseos por la judería, por sus ruinas romanas y árabes y  por su heterogeneidad.Concierto de la orquesta sinfónica de Córdoba en el patio de los naranjos, arrullada por los cipreses contoneándose con el poder del viento y el timbre de la guitarra que tocaba "el concierto de Aranjuez" de Joaquin Rodrigo...¿Qué más se puede pedir? Al fondo, el sonido de las campanas de la catedral-mezquita con el murmullo del agua en la fuente, mientras una paloma blanca sobrevolaba la noche estrellada.

Sintiendo la fuerza del calor del sol sobre mi piel entre patios, la utópica felicidad. Es muy probable que seamos unos pocos los afortunados de tener unas vacaciones dignas y poder despreocuparnos si lo deseamos, de lo que nos rodea temporalmente.La tregua ha llegado,el momento necesario que buscamos para estar con nosotros mismos y conseguir luego,el vigor necesario para afrontar el día a día más adelante.Gestionamos nuestro tiempo para sentirnos mejor,para aquietar el alma,buscar las llaves de lo que nos infunde valor y nos aporta fuerza.
Desde la tristeza no hay ayuda.Pensar demasiado tampoco según los expertos que hablan de la desconexión de lo habitual, como una forma de aislamiento curativo y renovador e intentar hacer cosas que habitualmente no hacemos.Los hay que necesitan escaparse muy lejos para conocer tierras nuevas y personas de otras culturas y etnias.Algunos incluso aportan su admirable trabajo y esfuerzo personal en actividades en esos países, otros realizan actividades de ocio o culturales.El tema es desenchufarse de la corriente habitual en nuestra rutina y hacer algo interesante, motivador o nuevo.

Leo una oferta de masaje reiki para desbloquear los chakras, 40 minutos, 50 euros y me sale una carcajada porque está claro que eso no es lo mio...Como también está claro que lo mío no es tirarse desde un puente, ni montar en globo o viajar en barco.Cuando era más joven igual si, pero ahora creo que soy más sencilla.Me conformo con engancharme al suelo con toda la firmeza que puedo y emborracharme de colores, sonidos y amar más cada día lo posible y lo cercano.Eso si, al gurú de los chakras ya me gustaría desenmascararle y como no me los desbloquee pedirle una reclamación en toda regla.Odio los farsantes.
Los imposibles se configuran en mi cabeza como sueños ficticios, a veces, inadecuados.Es curioso la de veces que he oído últimamente decir que lo imposible no existe. Picasso decía que él hacía lo imposible, porque lo posible lo hacía cualquiera y Einstein  apostillaba, que los que no creen en lo imposible deberían de no molestar a los que lo están haciendo.
Debería hacerles caso.
Dejemos a la cabeza que vuele un rato a lo ideal,a eso que nos parece impracticable y quizás la casualidad nos preste un rato su tiempo y lo difícil pueda ser realizable.Amén.

martes, 16 de julio de 2019

Una broma en la noche















Almagro.1.30 de la madrugada. Pareciera que la obra de D. Lope de Vega, "El castigo sin venganza", no hubiera terminado aún y el encanto de aquella noche andaluza prosiguiera reflejada en carne viva en la tenue luz de las farolas entre callejuelas.

Aquel murciélago que había estado sobrevolando  el escenario durante toda la actuación no reapareció. A pesar de alejarme  del jolgorio nocturno de la plaza, aún se escuchaban cantos y música festiva como una extensión del recuerdo.

Una esbelta mujer de edad mediana con un niño de unos cuatro años cogido de su mano apagó el sonido de la noche , rompiendo el silencio de los pasos : "Yo lo que necesito es tiempo", sonó una profunda voz femenina.
Al girarme vi a un hombre no muy alto. No pude ver sus ojos pero estaba segura de que la miraba con gran intensidad, pues la dijo :"Después de 40 años, yo creo que podemos darnos una oportunidad..." Sus palabras sonaron melodramáticas, teñidas de un acento apasionado, casi suplicante.

Hacía mucho que no escuchaba algo tan romántico en directo : tiempo y oportunidades, dos curiosos sinónimos con significados diversos.

Deseé con todo mi ser que esa mujer obtuviera ese ansiado tiempo y que pudiera  dar su conformidad a ese acercamiento, y que él  pudiera ver realizado su deseo, existiendo la coyuntura para ese encuentro con ella.
 Especulé. ¿Viuda, acaso?, ¿Separada?...Ese instante robado a la casualidad me sonó tan cercano y necesario que me llenó de momentánea angustia. Me llevé la mano al pecho de la emoción, porque el momento era único; dos personas pendientes de Cronos para tener su minuto, donde quizás se reencontrarían, se volverían a mirar a los ojos y tal vez, se enamorarían.
 ¡Qué bello es el amor, es lo más bello del mundo!, pensé.

Pero , ¡ay, de mi ingenuidad! porque después el hombre se arrancó con un convite espontáneo, ya más animado: " Podríamos quedar y  tomar unas cervecitas". Solo sé que como un eco del calor en la penumbra entre el empedrado,  retumbó  una pequeña voz de niño espontáneo siglo XXI, amonestando: "Muchas cervecitas no, que sino mi madre se pone piripi."

Fin de la cuestión. Se apaga el telón.



martes, 2 de julio de 2019

Ayer










El pobre ayer está tan desestimado por la filosofía oriental y por el "Carpe Diem"  de las prisas del hoy, que se le repudia con un cierto desaire en diferentes ambientes . Los atormentados se espantan por precaución, los miedosos huyen del horror que les provoca el recuerdo y los románticos deciden aletargar sus cavilaciones para no pensar tanto.

 En el budismo ,la práctica de shamatha  se utiliza para prestar atención a nuestra respiración y calmar los pensamientos que torturan  nuestro espíritu. La observación del ahora, ayuda a olvidar el ayer para permanecer en calma y alejarnos de la emoción. Afinamos así, la percepción de todo lo que nos rodea y nos aleja del apego y de nuestros conflictos internos.

Sin embargo, si no fuera por el ayer, no evocaríamos hoy esa belleza que nos sucedió para contarla. Huir del ayer será muy beneficioso para la salud, no lo dudo, pero el deleitarse con lo hermoso, lo inalcanzable, lo que nos hizo daño, lo que nos remueve las entrañas...no puede ser más preciado para el inquieto artista que busca la inspiración.

Nada sería lo mismo sin el ayer, ni siquiera tendríamos a la chica de la canción de Nacha pop con sus cabellos dorados que parecían el sol. Ni siquiera Paul McCartney le hubiera prestado atención a su turbador sueño para componer "Yesterday" y ni siquiera le escucharíamos ahora a Ray Charles en esta pequeña dedicatoria mía, versionar esa ensoñación...
Lo anterior se torna melancólico en manos de  D. Gustavo Adolfo Bécquer, que comparaba el ayer con el hoy: siempre igual, un cielo gris, un horizonte eterno.

El pasado es en mi opinión, una sugerencia sutil y delicada en nuestro oído , la dulce melancolía del bostezo de la tarde que se fue y que no puede volver. Lo que me dejaste ver, oír, palpar y sentir esa tarde. Aquello que me estremeció y que recreo hoy en mi mente con gozo y deleite .

Ayer, siempre ayer. No te olvido ni te olvidaré.