jueves, 27 de febrero de 2014

Promesas





 Así como recita D.Antonio Machado :

"Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera."

Así aguardamos el final del invierno
 y el inicio de un desconocido esplendor primaveral.

Un enigma...
 ¿Qué promesas cantan esos mirlos enamorados?
 ¿Qué color tendrá ese brote que asoma tímido?
¿Qué ofrendaré al frío aire que me envuelve,
 para que repose un ápice tanto asombro?

Y es que  quebrantar un compromiso,
 una esperanza dada ,es una situación muy frecuente.
 No es de extrañar que vuelen plumas sin palabra,
que no haya color en la hoja seca corrompida,
 su promesa de vida, por este rancio olor a podrido.

Entonces creo, que obsequiaré mi alma
que aún cree en las promesas sinceras,
en los abrazos, las sonrisas verdaderas,
que no todo es malo ni bueno
si hay consonancia y armonía.

Eso regalaré a este misterio,
 a este arcano vestido de negro,
una semilla de mi espíritu,
 entre estas dulces palabras de compasión ,
 para que me prometa que  florecerá lo bello.

jueves, 20 de febrero de 2014

Golondrinas





Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar.
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.



Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar;
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
esas...¡ no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez, a la tarde, aún más hermosas
sus flores abrirán.

Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
¡esas...no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
Las palabras ardientes a sonar;
tu corazón, de un profundo sueño
tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas
Como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate...
¡así...no te querrán!

(G. A Becquer)





domingo, 16 de febrero de 2014

Pepito Grillo





                                                       Pepito Grillo "Violinista"


Recuerdo que mi difunto suegro, que en paz descanse tenía dos dichos que nos repetía continuamente. Uno era: "Yo creo en Dios, pero no en los intermediarios" y otro muy jocoso, "La misa y el pimiento, poco alimento".

De este hombre tan sencillo nos quedó una enseñanza diáfana: los enviados del Altísimo, sólo son hombres y lo que ellos nos prediquen, no nos va a sostener en pie ni a equilibrar. "Lo importante", nos decía" es ser honrado y buena persona". En su opinión, la cual comparto, el único soporte real para seguir cualquier camino correcto espiritual es dar los pasos justos con coherencia, con acierto y exactitud.

Nos llevamos las manos a la cabeza cuando en las noticias oímos casos de profesores o sacerdotes relacionados con sucesos de pederastia o prostitución. Parece que veo a mi suegro soltándome esas dos famosas frases, comunicándome que si nos sentimos defraudados con la conducta humana, quizás es que obsequiamos a los seres imperfectos  poderes que no poseen.  
Así, el único consejo y guía válido para hacer el bien debe de ser el que nos indique nuestra alma. Sólo si escuchamos atentamente a ese Pepito Grillo que llevamos en nuestro interior sabremos cómo conseguir el progreso oportuno.

Ahora llegan los Carnavales, fiesta pagana, donde Dios no existe y se olvida y luego la Semana Santa.
Y Dios, ahí está, viendo a los hombres que se creen dioses, haciendo ritos, ceremonias y misas y a otros, insultando su nombre, riéndose de lo que no ven y despreciando el bien por norma.

Dale un silbidito.

sábado, 8 de febrero de 2014

Las zapatillas rojas







Hans Christian Andersen publicó en 1845 dentro de una colección de cuentos de hadas, el relato "Las zapatillas rojas".


Como en todos los escritos de esta índole, detrás de un sencillo cuento para niños hay una enseñanza moral. En este caso, una moraleja sobre el capricho y sus consecuencias, una enseñanza sobre  la vanidad y el orgullo.

Uno de mis cuentos favoritos . Me preguntaba siempre qué podía ser tan poderoso para que uno se olvidara sus orígenes (la procedencia de la pobreza), descuidara a los que la querían (en este caso, su madre adoptiva) y enloqueciera por un capricho, unas zapatillas de baile rojas.

Con la edad, he averiguado qué es la soberbia, el ego desmedido de la vanidad y cuanto mal puede producir. Es como una venda que no nos deja comprender que las extravagancias y fantasías del corazón destruyen todo lo correcto que nos encontramos en el camino y así, como en las zapatillas rojas, cunado nos calzamos el capricho y la vanidad, no podemos dejar de bailar.

En 1948, se realiza una versión en película-musical-ballet, protagonizada por Moira Shearer como protagonista. Basada en este cuento de Hans Christian Andersen con música de Brian Easlade que tiene el siguiente argumento: "Se cuenta la historia de un maligno vendedor de zapatos que le da unas zapatillas rojas de danza a una caprichosa muchacha, quien, al calzárselas, no puede parar de bailar, sin importar los esfuerzos que haga. Su larga y fatigosa danza culmina con la muerte, pero no sin que antes el vendedor recupere los zapatos para entregárselos a algún otro desdichado."


Os adjunto un enlace con música de Aerosmith...una versión moderna del cuento. Para flipar.