Decía Martín Lutero, algo así como que la música tiene el poder de alegrar al que está triste, puede entristecer al que está alegre, puede dar fuerzas a aquellos que están desesperados, enorgullecer al humilde y debilitar la envidia y el odio.
A lo largo de la Historia se ha podido comprobar este dominio y como un arte más, se ha estudiado música no sólo con el propósito de cultivar el espíritu, sino como un arma para arrancar pasiones diferentes.
Esta semana sólo he oído crónicas dolorosas, testimonios dramáticos,palabras tristes. Y a ellos, que no puedo consolar de ninguna manera les reclamo una pequeña sonrisa.
Escribo para eliminar mi amargura, para expresar mi impotencia.Anotar unas breves palabras en este blog no ayudan a solucionar nada. Las cosas suceden porque sí, porque deben de suceder.
Basta de tristeza, diría yo, deja de ambicionar lo que no te corresponde, disfruta aquello que hay en tu plato y no envidies lo que posee tu vecino.
Basta de tristeza, diría yo, reflexiona sobre tu propia fortuna, aprende a servirte de ti mismo para proporcionar un asiento al cansado peso de la vida.
Y así, muchos bastas y bastas...palabras sólo palabras que quizás nunca lleguen al corazón que lo necesite.
Os dejo con esta bella música titulada : Basta de tristeza.
