martes, 19 de julio de 2011

Oreja, oido y sordera



Hoy os cuento tres historias sobre tres palabras que tienen una cierta relación.


OREJA:
El aparato auditivo es el responsable de la audición y además regula el sentido del equilibrio que depende del oido.
El oido externo está constituido por el pabellón auricular (oreja).La misión de la oreja es encauzar el sonido y ofrecer protección física al resto del oído.
La Auriculoterapia, auriculopuntura o auriculomedicina es una terapia, dentro de la Medicina Tradicional China, que estimula unos puntos reflejos de la oreja. Algunos terapeutas estimulan estos puntos con semillas de mostaza, otros con pequeñas bolitas de metal o de cristal aunque en Occidente se suelen clavar pequeñísimas agujitas que se llevan puestas durante unos días (cubiertas con un pequeño esparadrapo)

Las indicaciones de la Auriculoterapia son:

Cefaleas, migrañas, aftas, herpes labial, trastornos mamarios, problemas digestivos o renales, gases, constipación, gastritis, indigestión, cólicos, úlcera gastroduodenal, diarreas, vómitos, hemorroides, problemas menstruales, insomnio, angustia, ansiedad, depresión, estrés, asma, sinusitis... Trastornos de la alimentación: bulimia, anorexia, obesidad... Adicciones: alcoholismo, tabaquismo. Esguinces, dolor de huesos y articulaciones, artritis y reuma.

OIDO:
Los músicos suelen tener dos tipos de capacidad auditiva. El oido absoluto o el oido relativo.El oído absoluto se refiere a la habilidad de identificar una nota por su nombre sin la ayuda de una nota referencial, o ser capaz de producir exactamente una nota solicitada (cantando) sin ninguna referencia. El oido relativo , en cambio, es una destreza que ciertamente puede aprenderse. Con la práctica, es posible escuchar una nota y lograr una identificación estable y fiable comparando las notas oídas con el sonido de la nota base de la escala (tónica) almacenado en la memoria. A diferencia del oído absoluto, esta destreza depende de la percepción reciente de un centro tonal.



SORDERA
Beethoven se instala definitivamente en Viena (1792), donde encuentra a sus verdaderos y grandes maestros: Haydn, Salieri y Albrechtsberger.Allí se centra ya en la composición, aunque a veces actúa como concertista. Su fama, sus éxitos empiezan a encumbrarle. En 1796, es decir, con 26 años comienza a sentir los primeros trastornos de sordera, que será completa a partir de 1819.
La capacidad de Beethoven para componer y sentir la música vino determinada por las enseñanzas de sus maestros que aportaron la fortaleza y la seguridad necesaria al caracter del músico para poder continuar adelante.

Recientemente se ha analizado un pelo de Beethoven genéticamente, y se ha descubierto que en su sangre había un alto contenido en plomo, quizá, por beber líquidos que estaban contenidos en barriles fabricados con este material. Es posible que su caracter temperamental, mal genio y la sordera le vinieran de la presencia de este venenoso metal en su cuerpo.