Extraviado
adiós.
Recuerdo
tu voz fracturada trazando los puntos y comas entrecortados mientras
rubricabas una firma convulsa. Ocultaste la ceremonia de la despedida
dejando la puerta de la ilusión abierta a los inocentes. Así
partiste, con la discreción de una cadencia abierta, dejándonos
mudos mientras esperábamos el acorde final que nunca llegó. En el
fondo del cofre, tu poesía de amor, tu promesa...mi esperanza de
volverte a ver.
01/06/2020
01/06/2020
Canto
a la desesperación
Siempre
era igual en el reparto: para ti, el príncipe alto y guapo y para
mi, el sapo enano de ojos saltones. Te sujeté más velas de las
debidas cantando montajes de milongas en tu nombre con engaños en el mío.
La paciencia no tuvo tiempo para creerme cuando le insinué que eras
una moneda falsa brillante de ojos verdes y oro en el cabello.
Aceptaba la versión que presumía de mi frágil intelecto, pobre
diabla huésped de tu caridad en segundo plano.
Aquel
escuerzo se enamoró de mis ojos tristes nocturnos mientras tú
jugueteabas con Romeo... pero se te antojó comerte un anuro de
postre fin de fiesta y así, su estampa de cromo de vuelta y vuelta
se deshizo entre tus largos dedos de pianista.
Cuando
jugaste con sus almas se te acabó la risa y surgió el infierno que
llevas dentro. Ese día me separé con enojo de tu camino tomando
otro rumbo en mis coordenadas. No he vuelto a saber nada de ranas ni
de encantamientos. Quizás aún mi mirada taciturna tiene un ritmo
funesto cuando recuerda los desesperados gritos de dolor de tus
desdichados amantes de verano. 02/06/2020