domingo, 6 de enero de 2019

Tarde









En las Artes marciales se dice sobre la puntualidad: Si estás 5 minutos antes estás a tiempo. Si estás a tiempo, estás tarde. Y si estás tarde, no estás. La puntualidad es el alma de la cortesía en este caso.

Sobre la toma de decisiones, el jesuita Baltasar Gracián, nos dice  que el hombre inteligente ejecuta con rapidez lo que pensó con calma. Y que la prisa es pasión de necios, ya que al reflexionar, obran sin reparo y yerran.
Los sabios,añade,  por el contrario suelen pecar de lentos y tampoco, aconseja, hay que ser excesivamente lento, porque una decisión puede perder eficacia si demasiado tarde la tomas. La acción a tiempo es madre de la dicha, apostilla. El aragonés, sin embargo, tampoco es blando con los indecisos y remarca que es menos dañina la mala ejecución que la falta de decisión.

Mucha razón tiene, pero una buena meditación antes de cualquier decisión es muy necesaria. Tomarse el tiempo debido es muy importante, aunque llegar cuando ya el problema no tiene solución o el drama es inevitable, es muy típico en cantidad de historias que conocemos. Vuelvo al arte musical.

En la ópera hay multitud de ejemplos, pues la mayoría de los finales trágicos de este género musical, van acompañados de la indecisión o de la demora de los protagonistas.

En el aria Addio del passato de " La Traviata" , Violeta exclama ,e tardi! cuando ya nada tiene remedio a pesar de la determinación del puritano padre de Alfredo de intentar arreglar los errores de la trama amorosa que sucede en la obra.

Madame Butterfly, otro ejemplo, realiza su particular jigay para limpiar su deshonor después de entregar a su hijo a Pinkerton, con un final abierto, que sugiere que el oficial de la marina, cruel y machista, llama a Buttefly 3 veces como arrepentido queriendo volver, cuando ya lo inevitable ha sucedido.
Y así, infinidad de ejemplos.

Tarde es cuando no se sabe elegir cual es el camino correcto, cuando te amarras al error, a la duda , cuando la aventura es difícil o el paso impracticable.
No llegamos a tiempo cuando una sombra  nos enturbia la razón , cuando la crítica nos atemoriza. El miedo. Ese  punto flaco, el miedo,  que nos hace retroceder para dar el paso que sea.
Llegamos a deshoras si nos sobra el terror a equivocarnos. Aunque las personas temerarias, con frecuencia, suelen ser las que más fallan en sus decisiones por su impetuosidad.

Por el contrario, "A quien con prisa te pide (lo cual es una treta para engañar a la prudencia), concédeselo tarde", dice Gracián o bien, "Por querer resolver algo demasiado rápido puedes pasarte la vida luchando con el problema". Afrontar nuestros errores, es parte de la enseñanza de la vida, por lo tanto, la equivocación puede estar disfrazada de prudencia también, nunca se sabe. Temer al error también te hace llegar tarde.

Sin miedo, pero sin prisa.