domingo, 27 de enero de 2019

Sorpresa














Tener un as escondido dentro de la manga es una de las sorpresas más interesantes del Arte de la magia. Es importante en la vida tener también, la respuesta preparada para desenvolverse en una situación embarazosa. Difícil es, sin embargo, tener a mano algunas veces, una salida adecuada para solventar un peligro o un desencuentro, esa frase o esa determinación para sacar adelante un momento desgraciado.

La imaginación siempre es fundamental. Me viene a la cabeza, una de las escenas de cine de pronta respuesta  en la película "Annie Hall", donde Woody Allen saca de detrás de una puerta a McLuhan para callar un debate cargante en la cola del cine y finiquitar una conversación estúpida. Y termina mirando fijamente al espectador diciendo, la vida debería de ser así, ¿verdad?. Pues si.


No estaría nada mal tener ese recurso , cuando hablan de gente que ya no está aquí para debatir sus ideas,y tener la capacidad de poder resucitar a los muertos y convocarles en ese preciso momento, como remedio del Doctor Peroles,cortando a rebanadas esas conversaciones estériles que nos regalan a diario vayas donde vayas.

Por otro lado, cuando no tengo escapatoria y me encuentro atrapada en alguna encerrona verbal, respiro, vuelvo a respirar e invoco con frecuencia, a uno de mis mejores recursos: el conejo de la chistera, ese fiel aliado, ese que aparece ¡zas! de la nada, factor sorpresa surrealista, ante un enemigo perplejo por la visión potente de unos dientes afilados que atacan directos, sin piedad, a la yugular .
Pero no, no se persona.Y como diría Porky Pig ,sin más, eso es todo amigos. Seguimos respirando.

 De esa manera en mi cuento personal , titulado,  "Alicia en el País de 007", mi  peculiar arma secreta, salida de mis entrañas, no aparece. Ya me gustaría que hablara por mi cuando yo enmudezco de horror, de azoramiento o de vergüenza ajena . Aunque para mi regocijo interior, es a ella a la que sigo recurriendo en ocasiones, pidiéndola por piedad que se manifieste , y replique con desenfado todas esas cosas que no me atrevo a decir y que pasan por mi mente constantemente.