martes, 3 de marzo de 2020

Colmenas






Pues si..., entre colmenas se escuchan las voces de los vecinos desde el pianissimo al fortissimo... y entre vocablo y vocablo, algunos  pisos deshabitados se transmutan en trasteros de lujo. Las corrientes siguen fluyendo debajo de ese puente cerca de la calle del tiempo pasado, llevadas por su "be water my friend" a otra calle que promete tiempos mejores.

Una palabra suena en la oscuridad, un grito; en un intento de fuga de esa jaula tan grande que un dueño sin permiso traficó para ella.La cocina del carnaval aún no ha terminado. Azotando el viento que todo lo derriba, te propone preparar unas torrijas y no tienes escapatoria.
Llegará pronto el 8 de marzo y la reina de la colmena no puede comprar su libertad. Y suena un golpe seco en la lejanía porque no tenía fuego para flambear la tostada con ron o brandy al gusto. Un suspiro y un lloro ahogado.
La vecina que fuma maría sin dañarse los pulmones les deja unas cerillas. Por fin, el silencio.

En la semioscuridad de mi improvisado spa Hamman, las luces de colores de las velas piensan por mí. Contemplo las gaviotas revoloteando sobre los tejados denunciando mi relajante bañera decorada con cortinones, inmensas ventanas en mi imaginación y el cuadro de una mujer desnuda, que soy yo, en el reflejo del espejo  coronando el ambiente.

Baco, frente a mi, dejaba caer chorros de agua desde su boca y yo de frente, impotente ante la violencia de género atiendo el sonido del ukelele de mi vecina cantando "All you need is love".