martes, 31 de marzo de 2020

Cifras primaverales 2020










Desde que sucedió el problema con el numerónimo Y2K, cuando por omitir la centuria se produjo el fenómeno llamado "Efecto 2000", el mundo no había vivido tal espanto a la incertidumbre.
Aquello fue un tiempo en el que se temían las consecuencias de lo que un simple número podía provocar: fallos en plantas de energía atómica, colapso de comunicaciones móviles, tarjetas de crédito inservibles y un sinfín de aparatos de tecnología diversa que quedarían obsoletos o inservibles.
Sálvense quien pueda decían algunos sensacionalistas, incluso había quien proponía la construcción de "bunkers" para salvar a los más listos.Si...El año 2000 pasó y nos tomamos las uvas, muchos con miedo, otros con estoicismo.
Ahora ha llegado otro número con siglas que nos asustan...COVID19, el acrónimo del inglés Coronavirus disease, 19, porque surgió o se detectó por primera vez en diciembre de 2019 en Wuhan (China). Un virus contra el que no hay vacuna, que provoca una enfermedad respiratoria aguda. Una neumonía.
Los números bailan desde entonces una danza macabra al ritmo de Saint Saens, marcando rutas por el mundo. Ascienden, descienden, se mantienen o se vuelven a recuperar...y vemos muchos muertos, con colapsos en todas las infraestructuras sanitarias del mundo con impredecibles consecuencias. Otro guarismo...sin fecha de caducidad.

"Quedarnos en casa" es el tratamiento que recomiendan los dirigentes para aislar y frenar al enemigo.
Y yo aquí sigo, persistiendo, asomada a mi ventana a veces, pensando en lo crudo de la situación, las vicisitudes de mi propia vida, los problemas de mis familiares y amigos... mientras otros, arriesgan su vida por nosotros en Sanidad, transporte, limpieza, ayuda domiciliaria, supermercados..., todo lo que está involucrado en la supervivencia humana. GRACIAS.
Gracias a todos ellos podemos seguir trabajando desde casa, o igual no...Algunos perderán su trabajo temporalmente o perderán su empresa. Y de momento, sólo podemos esperar a que las cifras desciendan, se aplane la curva de esa cúspide que parece el Shisha Pangma a 8.027 metros.

Y con esta triste crónica rompo mi silencio de estos días y mi reserva ante lo impredecible. Mucho ánimo. Quiero volver a veros... y yo también retomar mis pequeños relatos que no conducen a nada.

Martes 31 de marzo de 2021