Eres como un camaleón, otras veces el hombre de las mil caras. Nunca sabré si tienes poker, amigo...y tu voz plena de sentimientos confusos, otro enigma. Desde el púlpito profano tu energía se materializa en un manifiesto a la hereje risa que desconcierta.
El perfecto malo para este guión se llama Txemi del Olmo, pirata, nazi, kamikaze, gaviota, abuelo...asesino a sueldo.
Compartimos el amor a la naturaleza, lo bello donde tu y yo lo vemos, el humor sarcástico, irónico, grotesco, sencillo, agudo...el humor.
Vuelas, corres kilómetros buscando nidos vacíos de tejedores divorciados, golondrinas enemigas de D. Gustavo Adolfo Becquer, cigüeñas perdidas por los tejados de París, ballenas varadas, castillos , tierras y siluetas insospechadas.
Sabes entender como nadie conmigo, el canto de los pájaros. Cuentas historias que ya conozco y me parece que las escucho por primera vez.
Te apropias de crear vínculos firmes con las palabras y me asombra conocerte desde hace tanto tiempo... aunque el reloj de arena marque solo un paso.
Para ti el silencio es el brillo de tus ojos con lo que callas. Y disimulas a la perfección todo lo que esconde esa cabeza de pelo ondulado.
No quiero morirme sin saber el final de la película que doblaste ayer, porqué tienes las gafas rotas y cuantas veces has susurrado frases crueles a una mujer mientras haces el amor.
Tenemos en común esos ojos que se miran y saben reírse de la vida, hasta de la gaseosa. Observamos la envoltura de las palabras y les damos más de un sentido... sin aburrirnos de jugar a desenvolver el verdadero contenido de ese caramelo.
Eres tu, uuuuuuh, como el agua de mi fuente, no, en serio, único, fantástico, divertido...el mago del juego de los efectos y los afectos con tu voz ronca, sinuosa, enérgica, vacilante y loca.Y, curiosamente, no te tengo miedo...¿Debería?
Analizamos de vez en cuando, el test de Rorschach, escuchando rosas que yo publico. Me gusta cómo observas el horizonte cuando escondes la verdad y como decía el poeta," cuando callas, porque estás como ausente"...pero es un espejismo sin duda, porque aunque estés en silencio, tus secretos hablan por ti.
Me va a quedar hoy, sin embargo, el dilema de conocer la entonación de estas palabras mías, cuando me leas en voz alta . Sabrás descifrarlas como ninguno, seguro, y poner el dedo en la llaga en el acento que se me olvidó, la coma que no puse, diablos, truenos y centellas...¿Porqué serás así!
Un día me lo contarás. Cuando regreses de estar con Véronique Sanson, tu musa, y se te olvide un instante su influjo, quizás me puedas dedicar esos minutos.