" No hay crimen mayor que dejarse arrastrar por los deseos,
no hay desgracia mayor que no saberse nunca satisfecho,
no hay defecto más doloroso que la ambición"
(Tao Te Ching versículo 46)
El libro de la vida, el sabio oculto, el "Yinshi", en lengua china alude a la libertad absoluta, a aquella persona que piensa por sí misma y que no desea pertenecer a ninguna comunidad ni grupo para no ver mermado su individualismo.
La figura del Yinshi se confunde en ocasiones con el ermitaño que rechaza la sociedad en la que vive y se aparta de todo, riquezas, fama o familia ya que, considera que sólo son ataduras que le impiden desarrollarse en el camino del Tao.
Cultivan la intuición frente al conocimiento, integrándose en la percepción de la naturaleza y los elementos que flotan en el universo. Su misión será alcanzar la fusión con la perfecta unidad Yin Yang, los opuestos, los elementos inseparables. Así, el sabio Yinshi nunca tomará partido en nada, cosa que es difícil de entender por la sociedad actual. Desde que nacemos vivimos con la necesidad de decidir, de elegir y de aferrarnos a creencias heredadas, a tradiciones, a celebraciones en días señalados... y lo jocoso, es que creemos que vivimos en libertad siendo incapaces de desprendernos de las millones de reglas que nos hemos inventado, para ser aceptados en esta sociedad nuestra.
"Sin salir de la propia casa,
se conoce el mundo.
Sin mirar por la ventana,
se conoce el Tao del cielo
Cuanto más lejos se va, menos se sabe.
por eso el sabio conoce sin viajar,
distingue las cosas sin mirar
realiza su obra sin actuar".
(Tao Te Ching versículo 47)