domingo, 10 de febrero de 2019

De lo bello en lo flexible



Ser flexible como el bambú, recomiendan los sabios orientales. La elevación y crecimiento del bambú es extraordinaria y a pesar de su aparente fragilidad puede soportar hasta los más fuertes vientos.
Aquello que no es rígido, en términos musicales, permite una interpretación abierta y también dúctil.
Las frases tienen  posibilidades en su entendimiento. No hay dos músicos que toquen una obra igual, puesto que en su lectura, han apreciado diferentes matices, velocidades en su dicción y otras cuestiones estéticas.
 Y eso es lo bello de la música y de cualquier arte: la tolerancia y la elasticidad.

Si el arte  aparenta tensión o es estricto se transforma en un monstruo agarrotado por las normas y no conmueve el alma. La misión del artista es buscar incansablemente la belleza en la creación por medio de la flexibilidad, la suavidad en la plasticidad imaginando un algo diferente o propio pero pleno de tolerancia.

El Tao Te Ching hace una referencia a esta bella cualidad en el versículo 76 en el que la reflexión personal es la conveniencia de tomar la decisión de ser fuerte siendo blando y flexible, en lugar de ser intransigente e inflexible, quebradizo y duro.

"El hombre nace suave y débil;
al morir, está duro y rígido.
Todas las cosas, incluso los árboles y las hierbas,
son blandas y flexibles cuando están vivas,
y secas y quebradizas cuando están muertas.

Así pues, la rigidez es la compañera de la muerte;
la flexibilidad es compañera de la vida.
Un ejército que no cede
será derrotado.
Un árbol que no se curve
se partirá con el viento.

Lo duro y rígido se romperá;
lo blando y flexible perdurará."

(Tao te Ching.ver.76)