Para todo ser humano y especialmente para el artista, descubrir su verdadera vocación y descubrirse a si mismo es uno de los grandes retos de la vida. Iniciamos muchas veces, un camino, un estudio profesional empujados por múltiples circunstancias y nos encontramos ejerciendo una profesión sin que nadie nos llamara a desempeñarla, ni siquiera nosotros mismos.
Puestos ya que estamos en donde nos ha colocado la vida, trabajamos de sol a sol sin rechistar, cobrando un sueldo merecido, dejándonos nuestro esfuerzo...hasta que un día nos aborda, cual salteador disfrazado ,el titubeo, una incertidumbre ingrata que nos pregunta si es verdad que para esto hemos nacido.
La vocación es una aptitud especial para hacer algo en la vida que muchas veces se descubre por la insatisfacción misma que nos provoca la profesión que ejercemos. No es la primera vez que veo dando tumbos a culos de mal asiento, desorientados buscando su estrella y perdiendo el tiempo en manos del azar o de la casualidad.
Puede ser que tenga algo que ver en la compresión de quienes somos, para qué estamos y porqué estamos como requisito primordial para descubrir nuestras inclinaciones. No nos confundiremos si nos observamos, puesto que entendiéndonos a nosotros mismos, veremos la luz para desarrollar nuestra verdadera vocación.
