jueves, 10 de octubre de 2013

La condena del silencio




Es la amusia, una enfermedad neuronal, normalmente causada por una lesión cerebral, que imposibilita reconocer correctamente los tonos o los ritmos musicales. El compositor vasco-francés Maurice Ravel sufrió en los últimos años de su vida un problema de afasia (dificultades en el lenguaje) y de amusia.

A consecuencia de sufrir un accidente de automóvil en el que se golpeó la cabeza, sus alumnos del Conservatorio de París comenzaron a notar que el maestro escribía letras entre los signos musicales y se lo hicieron saber.
Su situación fue empeorando y cada vez cometía más errores en la escritura que no tenían ninguna lógica. Necesitaba más tiempo de lo normal para escribir cualquier tipo de carta. Se cuenta que para escribir a un amigo suyo una carta de 50 palabras, precisó el diccionario y un día entero.
Su sufrimiento posterior fue terrible, pues era capaz de detectar cualquier fallo musical, ya que poseía un oído absoluto, sin embargo, era incapaz de hablar y expresarse con normalidad.
Se cuenta que dijo: "Nunca escribiré mi Juana de Arco, esta ópera está aquí, en mi cabeza, la oigo, pero nunca la escribiré. Se ha acabado, ya no podré escribir más música". Su último deseo no pudo realizarse, por desgracia.

Los cuatro últimos años de su vida estuvo condenado al silencio.