martes, 27 de agosto de 2013

Sombras y bultos










Cuando los problemas nos acosaban, había en mi familia un dicho que rezaba: "En la oscuridad, huimos de las sombras para agarrarnos a los bultos", algo así como para expresar una situación en la que se huye de la realidad que nos asusta o nos molesta, para aferrarnos a lo primero que encontramos, aquello más sólido en apariencia y que nos proporciona un alivio pasajero o una incierta seguridad.

De la sombra emerge la luz y la solución está en nuestras manos. Los bultos son el engaño que nos llevan a la autodestrucción, a un acantilado al que precipitarnos. Por eso si meditamos entre sombras, hallaremos la guía para seguir el camino correcto, el sendero verdadero que dará paz a nuestro corazón, escogiendo la senda que conduce a la conducta virtuosa, evitando el camino de la maldad.