Hoy huele mi alma a romero y menta.
La nostalgia , en fragancia.
Una tristeza espontánea,
acompañada de un coro,
repetidos gorgoteos,
protegida de aves,
libres.
Me guían firmes hacia la montaña.
No se caminar tan alto.
Serenidad en la cumbre,
el suelo firme me escolta,
en el umbral del silencio,
sólida mirada,
vacuo.