martes, 11 de septiembre de 2012

Las musas



Según Platón son nueve las musas, hijas de Zeus y Mnemósine, musas que serán las mediadoras entre el dios y el creador intelectual de las artes:

Calíope, musa de la elocuencia y de la poesía épica.
Clío, la musa de la Historia.
Erato, musa del arte lírico y de la elegía.
Euterpe, la de la música.
Melpómene ,la musa de la tragedia.
Polimnia, la de la retórica.
Talía, la musa de la comedia.
Terpsícore, la de la danza.
Por último Urania, la de la astronomía y la de la astrología.

Mnemósine era la personificación de la memoria y también el nombre de un río del Hades opuesto al Lete, donde algunos muertos que debían ser iniciados en la religión esotérica  bebían de sus aguas para luego poder recordar sus vidas anteriores cuando se reencarnaban.
Aquellos que debían olvidar sus vidas anteriores, sin embargo lo hacían del rio Lete.
Se dice que de la unión de lo Divino con la Memoria surgen las Artes. El Arte de la memoria va asociada a la Virtud y a la Prudencia y al reconocimiento del bien y del mal.

Según Pausanias, historiador griego del siglo II, las musas en un principio, eran las siguientes :
 Arké, musa del inicio, la representación de la razón y de la voluntad.
 Aedea, musa del canto y la voz, es la encargada de recitar, cantar, leer.
 Meletea, musa de la meditación, del pensamiento creativo y de formar las primeras ideas .
 Mnemea, la de la memoria, representa el momento en que una obra de arte se concibe y da forma a las   ideas creativas.
 Juntas eran la representación del arte poético en la práctica del culto religioso.

Hijo de Clio y del rey de Tracia, nace Orfeo, devoto del dios de la música Apolo y como él intérprete de lira , una lira especial de 9 cuerdas en honor a las musas.
La historia más famosa sobre Orfeo se refiere a su esposa Euridice, muerta por la mordedura de una serpiente. Orfeo baja a los infiernos a rescatarla de la muerte empleando su música. La única condición puesta por Hades es la de no volver la cabeza hasta salir del inframundo.
Orfeo no puede resistir su ansia de verla y tan sólo cuando le falta de sacar su pié de allí vuelve su cabeza para verla y de este modo la pierde para siempre.