Hablábamos hace unos días con unos amigos del recurrente tema de las redes sociales, sus peligros y del deseo del ser humano de ser escuchado, de hacerse notar, de sentirse importante a los ojos de los demás.
Incluso el hecho de escribir una novela, una opinión sencilla, como puede ser este mismo artículo ,revela en opinión de muchos detractores de la notoriedad y del exibicionísmo un ego monstruoso que debe de ser erradicado.
La naturaleza del ser humano es revelar al mundo que está aquí. Expresar sus deseos y sentimientos. Cantar, componer, pintar, compartir lo que sabe.
Lo inquietante, lo que nos produce repulsión, aquello que nos hace girar la cabeza para volver a observarlo detenidamente, aquello que mutila nuestros bellos sentimientos también está en la naturaleza del ser humano y también se muestra para el deleite de los perversos.
El emperador Qin Shi Huang (221 a.C) consiguió que unos 700.000 trabajadores a su servicio realizaran uno de los más impresionantes mausoleos de la Historia, una tumba bajo una estructura piramidal que alberga las famosas estatuas de un ejército de terracota. Se estima que sólo el pozo en el que se encuentra la agrupación más numerosa podría contener 6000 efigies.
Admiramos asombrados el Arte, la belleza escondida, aquello que no fué hecho para ser admirado....y olvidamos el horror y la esclavitud de aquellos hombres que consiguieron tal proeza.
El afán de notoriedad del hombre siempre ha existido mostrando belleza o mostrando horror y la opinión como tal, en redes sociales, periódicos, cartas,novelas, poesía...debe de estar al servicio del bien.
Curiosamente, el veneno del siglo XXI no es el uso de la tecnología, sino todo lo que no se muestra y se oculta, aquello que no se exhibe porque está corrupto y podrido, sin embargo, el ser humano sediento de curiosidad lo busca con afán hasta consumirlo y conocerlo.
Por último, si estas costumbres sociales actuales nos impiden vivir con naturalidad, expresarnos con libertad, nos esclavizan o nos parecen inapropiadas para nuestro estilo de vida ,debemos apartarnos de ellas o utilizarlas con prudencia .La búsqueda de una vía para abandonar nuestro ego debe de ser lo principal.