martes, 21 de abril de 2020

Melodía de amor










Herida de muerte estaba; se presentó un vacío a la vuelta de la curva. Revelaciones divinas con resonancias mórficas me explicaron qué canción estabas escuchando, qué color teñían tus pensamientos y qué formas querías para abrazar tus propósitos.

Yo, mientras, era el parking subterráneo donde el innombrable ADN de tus labios me expresó las inquietudes de mis ojos.Hasta el más desconocedor de la técnica de los arpegios cruzados sabía que tanto poder de seducción no podía ser saludable porque cuando te abraza la flecha, como un portazo de golpe, te duele el martirio en el pecho con nombre de amor sublime para siempre.

Soy parte de aquel pelo corto rubio  rizado de unos 4 centímetros y medio sobre tu solapa, en aquella bata de tu pijama, haciendo una ese sinuosa, alargada en su punta.
Ahora, de momento, no tienes  más que un plato para comer sobre la mesa, sin postre. El menú del día, tu caricia en el aire, holgazaneando con tu olor áspero ronco inconfundible, esperando a que yo lo lastime en sueños con un beso sobre su nuca.

Pero tú no quieres eso, no...quieres un completo : un todo incluido en el "pack" del viaje. Y escarbas entre cajas de cartón buscando respuestas y salidas. Se lo que soy. Aún no sé qué pintabas en aquella fotografía plena de ideas repetidas y repetitivas, excitado por inquietudes y recelos...dudo que puedas saciarte al beberme tan de golpe.

Continúo, como te decía al principio...herida, sin poder competir con esos tantos otros sabores y olores que rodean tu particular espacio. Porque sólo soy una simple rosa con espinas ubicada a una distancia prudencial de ti para no lastimarte.