martes, 23 de julio de 2019

Lo imposible








Este año he conocido la ciudad de Córdoba y me ha enamorado.Ha sido un paseo por la historia, sumergida entre poesía , la semana cultural de la guitarra, paseos por la judería, por sus ruinas romanas y árabes y  por su heterogeneidad.Concierto de la orquesta sinfónica de Córdoba en el patio de los naranjos, arrullada por los cipreses contoneándose con el poder del viento y el timbre de la guitarra que tocaba "el concierto de Aranjuez" de Joaquin Rodrigo...¿Qué más se puede pedir? Al fondo, el sonido de las campanas de la catedral-mezquita con el murmullo del agua en la fuente, mientras una paloma blanca sobrevolaba la noche estrellada.

Sintiendo la fuerza del calor del sol sobre mi piel entre patios, la utópica felicidad. Es muy probable que seamos unos pocos los afortunados de tener unas vacaciones dignas y poder despreocuparnos si lo deseamos, de lo que nos rodea temporalmente.La tregua ha llegado,el momento necesario que buscamos para estar con nosotros mismos y conseguir luego,el vigor necesario para afrontar el día a día más adelante.Gestionamos nuestro tiempo para sentirnos mejor,para aquietar el alma,buscar las llaves de lo que nos infunde valor y nos aporta fuerza.
Desde la tristeza no hay ayuda.Pensar demasiado tampoco según los expertos que hablan de la desconexión de lo habitual, como una forma de aislamiento curativo y renovador e intentar hacer cosas que habitualmente no hacemos.Los hay que necesitan escaparse muy lejos para conocer tierras nuevas y personas de otras culturas y etnias.Algunos incluso aportan su admirable trabajo y esfuerzo personal en actividades en esos países, otros realizan actividades de ocio o culturales.El tema es desenchufarse de la corriente habitual en nuestra rutina y hacer algo interesante, motivador o nuevo.

Leo una oferta de masaje reiki para desbloquear los chakras, 40 minutos, 50 euros y me sale una carcajada porque está claro que eso no es lo mio...Como también está claro que lo mío no es tirarse desde un puente, ni montar en globo o viajar en barco.Cuando era más joven igual si, pero ahora creo que soy más sencilla.Me conformo con engancharme al suelo con toda la firmeza que puedo y emborracharme de colores, sonidos y amar más cada día lo posible y lo cercano.Eso si, al gurú de los chakras ya me gustaría desenmascararle y como no me los desbloquee pedirle una reclamación en toda regla.Odio los farsantes.
Los imposibles se configuran en mi cabeza como sueños ficticios, a veces, inadecuados.Es curioso la de veces que he oído últimamente decir que lo imposible no existe. Picasso decía que él hacía lo imposible, porque lo posible lo hacía cualquiera y Einstein  apostillaba, que los que no creen en lo imposible deberían de no molestar a los que lo están haciendo.
Debería hacerles caso.
Dejemos a la cabeza que vuele un rato a lo ideal,a eso que nos parece impracticable y quizás la casualidad nos preste un rato su tiempo y lo difícil pueda ser realizable.Amén.