lunes, 10 de noviembre de 2014

De la discreción y el silencio.








El mito de que el avestruz esconde su cabeza bajo tierra cuando intuye el peligro, no debe de ser tan cierta como se dice, puesto que lo que hace el ave, es bajar la cabeza a ras del suelo para que los depredadores no puedan ver su largo cuello.Estos animales son de una altura considerable, cerca de dos metros y medio.
La creencia de que la persona que no habla cuando es atacada denota culpabilidad o falta de argumentos, debe de ser también muy falsa, pero, como en el caso de la avestruz ,que posee esa leyenda de idiota con el sambenito :"si meto mi cabeza en la tierra, no me ves", no tiene posibilidad de buscarle una explicación lógica.
Andar con pies de plomo no es ninguna necedad y el silencio molesta a veces más que la fraseología o la verborrea impertinente del más sagaz.

El silencio en música, te deja en suspense, en una intriga que aporta ritmo y contratiempo.

En la vida es igual.La indiscreción descubre la desdicha de la necedad. El verdadero galardón de la prudencia es la grandeza interior y no esperar nada es de sabios porque las bellas palabras no significan nada, pues, oculta a veces está, la soberbia o la pasión.

Y¿ que piensa el avestruz de su reputación? , pues todos piensan que es un tonto cobarde...qué poco le importa hacer el ridículo y causarnos la risa, porque se inclina y se humilla, cabeza al suelo y un dia, zas, de repente, nos sorprende con su paso veloz y corre, como Forest Gump ,sorprendiendo a sus enemigos a patadas con sus fuertes garras, cuando menos lo esperas.

Valor les pido a aquellos que son difamados, prudencia a los que juzgan sin ponerse en el lugar del otro. Silencio ante las calumnias, los dimes y diretes, las tonterías de la vida que tanto daño nos hacen.

"El silencio lleva en si tu voz, como el nido la música de sus pájaros dormidos"  R. Tagore.

Isabel Bravo©