Sufro tu desamparo porque te fuiste. Ninguna fuerza pudo parar, no ya tu marcha sino, yo diría ,tu huida premeditada, dejándome de una pieza, solitaria.
Habrá que conformarse con las sobras del pan que dejaste y mi hambre de ti llenarla con la indiferencia de lo que queda.
Detrás de mi desaliento viene la inquietud por el futuro. Y no se qué hacer.
No tengo a quién cuestionar mis problemas. Tan sólo al muro. Y lo contemplo y lo examino. Pero esa muralla de piedra que nos separa, no contesta. Mi padre no habla.
No tengo fe en el silencio. No hay respuesta.
Un faro en el horizonte avisa a mi barco de la amenaza de la costa. Estoy tan triste, tan afligida,que siento deseos de dejarme llevar por las olas, sacudidas y golpeadas a la deriva, así estamos: desorientadas.
Somos almas huérfanas de madre.
Pedimos limosnas, que no nos otorgan: justicia, igualdad, honradez, rectitud, honorable verdad.....Pero desde que partiste, enfrentamos una batalla desde la calma que ya dura demasiado tiempo.