domingo, 29 de julio de 2012

El matrimonio

Durante la ceremonia de una boda a la que asistí hace poco, el oficiante hizo lectura de un interesante texto de Gibran Jalil Gibran sobre una reflexión que el poeta y artista hace sobre el matrimonio, cuando sus discípulos le preguntan acerca del mismo.
Dice así:
"Nacisteis juntos y juntas permaneceréis para siempre, aunque las blancas alas de la muerte dispersen vuestros días.

Más dejad que en vuestra unión crezcan los espacios.
Y dejad que los vientos del cielo dancen entre vosotros.
Amaos uno a otro, más no hagáis del amor una prisión.
Mejor es que sea un mar que se meza entre las orillas de vuestra alma.



Llenaos mutuamente las copas, más no bebáis solo de una.
Compartid vuestro pan, más no comáis de la misma hogaza.
Cantad y bailad juntos, alegraos, pero que cada uno de vosotros conserve la soledad para retirarse a veces de ella.
Hasta las cuerdas de un laúd están separadas, aunque vibren con la misma música.
Ofreced vuestro corazón, pero no para que se adueñen de él, porque sólo la mano de la vida puede contener vuestros corazones.
Y permaneced juntos, más no demasiado juntos, porque los pilares sostienen el templo, pero se encuentran separados.
Y ni el roble ni el ciprés crecen el uno a la sombra del otro."