miércoles, 24 de junio de 2015
Corazón rosa
No hay nada como ir a la consulta de un médico para adquirir la información de las revistas del corazón. En estos ejemplares del periodismo rosa, puedes encontrarte con personajes increíbles, unos completos desconocidos para ti y que, según parece no sabías que fueran tan archiconocidos , muchas veces, no precisamente por haber llevado una vida ejemplar.
Cuando leo estas noticias siento cuán desplazada se puede vivir de este mundo si no controlas estos datos esenciales para sobrevivir en una conversación popular, que verse sobre este ambiente.Repletas están las redes sociales, periódicos, chats y demás medios de comunicación que muchas veces, cuando hablan sobre estos temas de los que no estoy muy ducha, tengo que hacer un esfuerzo extra para enterarme de qué van.
No es que me parezca mal, sino que me parecen perfectamente prescindibles, aunque si que se puede aprender un rato sobre la manipulación de la información y de cómo el ser humano crea iconos y modelos chungos que luego son temas de debate o de conversación general. Muy triste que sea más importante la noticia de que una señora se ha divorciado o que es feliz haciendo compras en Londres, en vez de tratar la difícil situación por la que pasa una familia o un pueblo en situación de pobreza.
A mi, esos cuerpos artificiales, cuerpos 10 de photoshop, famosos por ser millonarios en superficialidad me huelen mal, aunque usen Chanel nº5 . Aunque me pese, esas revistas se venden y siguen siendo el entretenimiento de muchas personas, en muchas situaciones. Por eso, deben de estar y ser consumidas (con moderación).
Miro la página de moda, qué colores se llevan; la de cocina, ya me han dado una idea para un plato. Y cotilleo, mucho cotilleo...vale. Espero mi turno y hago el sudoku.
Me llama la enfermera y me riñe por la postura cuando leo. Que ponga la revista a la altura de los ojos, que cuidado con mi cuello y mi espalda recta. Para algo ha servido la revista.