miércoles, 23 de abril de 2014
Poder
En un artículo sobre seminarios de empresas y técnicas de control de grupos empresariales se afirmaba que todas las personas en mayor o menor medida buscamos poder. Lo cierto es que la lucha por el poder está a la orden del día desde las categorías más sencillas ( comunidades de vecinos, donde está el vecino mandón e incuestionable, por ejemplo), hasta las más altas esferas de los mundos desconocidos y manipuladores económicos.
Alguna gracia tendrá el poder, digo yo, para que enfrente al más humilde y al más poderoso. Y lo más curioso de este escrito es que se afirma que la mayoría de las personas niegan que deseen ese poder.Cuando se les pregunta,nadie dice que les gusta, pero sin embargo, cuando se hacen los exámenes psicológicos u otras técnicas indirectas, se descubre que a la mayor parte de ellos les gusta tener control e influencia sobre los demás.
Las personas que hemos pasado años trabajando sabemos muy bien de lo que hablamos, sobretodo si hemos ejercido cargos de responsabilidad o directivos. Yo creo que el tiempo y la edad nos ha hecho madurar para desarrollar nuestro carácter y nuestra personalidad. Si hemos escuchado el sonido de Cronos, nos daremos cuenta de que nunca hemos estado al mando y que el poder en si, es una ilusión provocada por nuestro propio ego. En este momento de nuestra vida,algo hace "clic" en nuestro interior y examinando nuestra alma, llena de soberbia a veces, de ira otras o de amor infinito, descubrimos que el único poder por el que nos debemos dejar guiar es por el bien supremo, poniéndonos en manos de Dios.
Si nos mantenemos atentos a aquellos que nos dictan cómo debemos conducirnos, que establecen, guían o determinan en nuestra vida qué es lo que tenemos que hacer, debemos ser compasivos, aunque no estemos de acuerdo con ellos, puesto que en su propia desgracia es posible que solo busquen ser como nosotros o poseer lo que la vida nos ha obsequiado.
Deberíamos olvidar a esa serpiente orgullosa y peligrosa que es la autoridad y combinarla con una actuación justa y moderada, donde nadie posee la razón absoluta ni nadie tiene la sartén por el mango. Seguir por el sendero imparcial , defender al inocente y aunque tras de nosotros se escuchen insultos, palabras injustas o juicios arbitrarios saber que en la oscuridad, brilla el caldero, el fuego de la amabilidad que nos hace ser ecuánimes con el ejemplo.
domingo, 20 de abril de 2014
Cuerpo y música
Ahora es fácil recordar el nombre o reconocer el título de una canción o melodía. Basta con descargarse el programa informático adecuado para que éste realice la difícil tarea de buscar o identificar aquella canción que oímos el otro día o que no sabemos cómo se titula. Así es de sencillo hoy en día.
Hablaba en clase este mes de la música popular y de su transmisión oral, de la maravilla de la recopilación y del trabajo de muchos musicólogos, antropólogos e historiadores que investigan aquí y allá pidiendo al pueblo que interprete una sencilla melodía para transcribirla en papel y que nosotros podamos también representarla, cantarla y conocerla.
Todos hemos escuchado antiguas canciones con diferentes letras, pequeñas variaciones en su entonación: una nota que no se sabe si es alterada o no, incluso un pequeño adorno o una coda de diferencia. Pero el cuerpo, la base de esa música milagrosamente pasada de generación en generación, juraríamos que se mantiene.
Como en todo, la contaminación existe como jugando a través de los tiempos al teléfono estropeado y como un bulo o una mentira pasa y llega la melodía sin ese cuerpo, distorsionada, con otro mensaje y con otra alegría. Y qué pena nos da no saber a ciencia cierta si es verdad lo que se canta o nos hemos inventado una birria.
Fragmentos que se pierden en el camino, como un mosaico romano con piezas rotas, así es el folklore a veces, un recuerdo o una chispa de algo que estuvo vivo.
En la música antigua, notas erosionadas por el tiempo, letras de difusión dudosa, atribuidas a personajes históricos, de autores anónimos, con una leyenda escondida, abrazadas de una profunda nostalgia.
El cuerpo que abrazamos,aunque es una mentira lo amamos. Perverso el tiempo que nos cambia las coplas, las notas y los ornamentos. Nos encogemos de hombros, ignorantes sin remedio por lo que nos llega y aún así, felices nosotros, lo tarareamos.
jueves, 10 de abril de 2014
Una hermosa ilusión
El maestro llevaba muchos años predicando que la vida no era más que una ilusión. Cuando murió su hijo, rompió a llorar. Sus discípulos se le acercaron y le dijeron:
- Maestro, ¿cómo puede llorar tanto si nos ha explicado que todas las cosas de esta vida son una ilusión?
- Sí- respondió el sabio, enjugándose las lágrimas que resbalaban por sus mejillas_, pero ¡él era una ilusión tan hermosa!
Chuang Tse
jueves, 3 de abril de 2014
El indiscreto fisgón
Está dondequiera que vayas: en el super, en la esquina sacando al perro, en el autobús, si vas de paseo por la playa. Esa mujer con el don de la ubiquidad se denomina metomentodo.
No hay lugar donde estés a salvo de su vigilancia constante. Su cerebro es un megaordenador a prueba de fallos; sabe nombres, apellidos, lugar de nacimiento, tu vida en verso. En otros sitios, la llaman "la cotilla del barrio".
En todos los barrios o pueblos hay una. También hay hombres sabelotodos y preguntones, porque este, digamos, "defectillo", no es sólo un mal del género femenino. Suelen permanecer mucho tiempo en constante vigilancia, no se cansan. Su interés por el saber la vida ajena les aporta una energía extra que muy pocos poseen. Saben llegar al suceso en el momento adecuado. Sus rayos X en los ojos les aporta la virtud de ver a través de escaparates, puertas....y un superoído que hace que tiemble el whisperXL ese que anuncian en televisión.
Nada se les escapa: defunciones, enfermedades, separaciones, maltratos, nacimientos y estudios de los hijos del vecino. Como secretarios en un centro de estudios serían un ahorro en almacenamiento de datos. Vivirían felices entre tantos y tantos cotilleos....pero, no. No saben guardar un secreto.
Mal de uno, Sabiduría para todos. Al momento está publicado en el "Financial Times" del pueblo, la triste situación económica de esos pobrecitos, que además tienen cinco hijos, que no se para qué tuvieron tantos, porque ella se hizo una ligadura de trompas y le falló, y anduvo con otro antes, no te creas, que el vecino de la de abajo, que está con gripe, por cierto, estuvo saliendo con ella lo menos siete meses y dicen que tuvo que ir corriendo a Londres y a la madre le dio una apoplejía a la pobre del disgusto y la tuvieron que ingresar en Cruces......y ya me he perdido entre tanta palabra vana.
Brujas. Brujas habladoras y demonios que las escuchan. Eso es lo que son, decimos.
Inocentes nosotros, atrapados por la maraña del comadreo, ilusos, no podemos hacer nada más que dos cosas: zafarse de la garra del correveidile o participar y enterarnos de la habladuría.
Se hace más prudente, evaporarse cual mago de las artes ocultas que escuchar el chismorreo inocente, puesto que, seguramente, al sentirlo tan verídico , nos apetecerá contarlo.
Poner atención al servicio del rumor más sorprendente puede ser una mala idea. "No ver, no oír, no decir" filosofan los tres monos sabios japoneses, donde se aconseja prudencia como código de conducta moral.
miércoles, 2 de abril de 2014
Volver a nacer
Es cada primavera un renacer completo. Nos maravillamos aún observando el frío temblar de los árboles desnudos, sin hojas apenas. Pequeños brotes se asoman asustados ante la actitud variable del clima, como si fuera una opinión voluble, donde nada es seguro. Así es la vida: incertidumbre total.
¡Ay!, pero el destino, padre de los sucesos y decesos, nos indica que vamos a revivir otra floración.
Nada es lo mismo, nos dice... puede ser parecido, acaso. Por eso,en esta ocasión toca compartir otro sentimiento.
La sonata nº 5 para violín y piano de L. van Beethoven, llamada "Primavera" está dedicada al Conde Moritz von Fries. Aunque la apariencia de la forma es clásica, la belleza y la delicadeza de todos los movimientos nos trasladan sin ninguna duda a un principio del Romanticismo, donde lo más llamativo es la preponderancia de la melodía y la expresividad, en general.
L. van Beethoven, el hombre atormentado, por su físico, por su sordera, por su situación de desigualdad social nos dejó un legado de su alma, diamantes musicales que nunca nos cansan escuchar, como si renaciera en nuestros corazones y nos abrazara hasta sentir que siempre podemos empezar otra vez.
http://www.goear.com/listen/be9a79c/sonata-primavera-beethoven
Suscribirse a:
Entradas (Atom)