Hay muchas razones por las que se
practica el Arte marcial llamado,Tai Chi Chuan. Mucha gente que se
apunta en un gimnasio lo realiza para defenderse del gran adversario
que es la enfermedad, buscando así ,una buena condición física ,
con un cuerpo bien entrenado que se pueda enfrentar a los problemas
de nuestra falta de equilibrio general.
Otra de ellas, más complicada aún,
es la búsqueda del aumento de nuestras propias capacidades y del
conocimiento de nuestro yo interior. Lo único que se requiere, es
no tener ninguna prisa para aprender, ni abandonar a la primera
dificultad.
Dicen que el origen del Tai-Chi se
remonta a las doctrinas taoístas referidas a las prácticas de
movimientos de expansión y extensión, combinados con técnicas de
respiración, con el objetivo de aumentar y mejorar la circulación
del Chi (energía) en el cuerpo. En la historia se habla también de
maestros legendarios con técnicas magistrales, invencibles al paso
del tiempo y que han conquistado hasta día de hoy a muchos
practicantes orientales y occidentales..
El Tai chi chuan puede mejorar nuestro
físico y hacerlo más fuerte, sobretodo ,teniendo en cuenta que con
la edad y al surgir las enfermedades, dolores articulares y una mayor
rigidez corporal nos volvemos más débiles. Pero lo que es
principalmente el Tai Chi Chuan, es una práctica de nutrición del
espíritu..
Es este arte marcial de estilo interno
un espectáculo en el que por el contrario, se huye de la exhibición
y se encuentra la sensación y su razón de ser en la fusión con
mucha gente, con la naturaleza o con la energía universal.
Las técnicas de las Artes marciales
escondidas bajo un aparente ejercicio suave que activa la circulación
del Chi no deben ser necesariamente vistas y su atracción para el
espectador estriba en la emisión de tranquilidad, de fluida potencia
, movimientos hipnóticos del Universo en el que se encuentra la
explicación a la dualidad al inspirar y espirar: el Yin y el Yang.
Con mis agradecimientos a la Escuela de Artes Marciales y Filosofía Chan Wu Wei.