Hoy se me aparece el rio Adur, verde y silencioso, fluyendo el agua entre piedras con libertad. Y yo, viajando, entre los túneles que formaban los árboles de las carreteras en la Gascuña. Allí, mirlos, ocas y faisanes se escondían entre esos bosques de pinos formados en hileras ordenadas por el hombre. Campos con mimosas y anisetes, amarillos glaucos en primavera. Era el día de la victoria, 8 de mayo, el fin de la segunda guerra mundial.
Todo es esmeralda en mi alma porque aquí, en mi pecho, no hay banderas ni colores; es mi naturaleza libre, noble, que vive al sol pleno y que por la noche se recoge escondida en la penumbra, oculta para los curiosos.
Hoy, también, se me aparecen tus ojos con tus abrazos... hace mucho que ya que nos los siento. Los perdí sin tenerlos, sin embargo. Me enseñaste a amar lo sensual, lo erótico...y ahora, solo me queda el sabor de aquel vino de mariposas ,Montirius "La Muse Papilles rouge" de 2020 y el recuerdo de mi escote al fondo, degustándolo mientras tú me mirabas.