miércoles, 2 de octubre de 2024

La rosa, el símbolo de octubre


 La rosa es una de las flores más presente en la poesía. Dice Pedro Salinas:

 " La rosa, la rosa pura.

Quiero mandarte la rosa pura.

La que no tiene símbolo ni signo.

La que no pese

porque recuerda un recuerdo.

La que no cante

porque se cogió con el gozo.

La que no tenga fecha,

fecha de hombre, fecha de número,

fecha de mundo:

la que sea su nacimiento puro

sucediendo a su mismo capullo.

La que no me diga: "Me quieres", ni: "Te quiero."

La que diga tan sólo : "Soy mis pétalos",

mi color, mi forma, soy la rosa pura. Tómame."


El símbolo de la rosa, aparece como sinónimo de amor en todos los escritos. También va a asociada a la esperanza. Es símbolo místico en las religiones pero también se asocia al dolor por sus espinas y el rojo sangre. El perfume de la rosa es venerado  y alrededor de ella hay más de 150 especies diferentes. Cada una tiene un olor diferente: más amaderado, más afrutado, más floral...La gardenia es una de esas especies. Una de las más bellas y olorosas.

Antonio Machín cantaba así sobre ellas:

"Dos gardenias para ti

con ellas quiero decir

te quiero, te adoro, ay mi vida...

Pero si un atardecer

las gardenias de mi amor se mueren

es porque has adivinado

que mi amor se ha terminado

porque existe otro querer..."



A nivel mundial, el mes de octubre se considera como el mes rosa porque está dedicado a crear conciencia y sensibilización sobre el Cáncer de mama, tipo de cáncer más común y principal causa de mortalidad en mujeres de todo el mundo.

Y con esto os quiero decir...Todo mi apoyo a esta causa. Esta rosa es para vosotras y vosotros, para todos los seres que padecen esta enfermedad.


martes, 20 de agosto de 2024

Guirnaldas de agosto

 




Mi escoba se encuentra aún con algunas chispas verde fosforito ocultas en las esquinas. Son restos de guirnaldas del Año Nuevo: un fulgor engañoso de alegría y felicidad en el suelo de nuestras vidas.

El verano sonríe para disimular el dolor suicida de ese ruido de la memoria. El polen está alto, el clima mayormente soleado y el IBEX 35 a -0,02%...

Agosto tiene los días contados y permanece en un recuerdo lejano una mirada y un beso. He cambiado el color de mis vestidos para no ahogarme a escondidas. Quizás el mar ya no signifique nada. Quizás, septiembre se digne a encontrarme por fin, y me cuente una historia de aliento y esperanza.

domingo, 23 de junio de 2024

Noche de San Juan


 


Muere el silencio atragantado por su propia prudencia... o por su propio miedo. Ustedes querrán saber de qué hablo. ¿No es acaso cobarde el que calla? Pues hoy el pueblo, grita, el pueblo, habla. ¿No es hora de que alguien de un puñetazo sobre la mesa?  Muerde la censura la cola de la democracia y tapa bocas como nunca, reprimiendo conciencias. No somos tan libres como pensábamos.

Caen del cielo unas palabras sobre ese silencio, como digo, atragantado del que nadie dice nada cuando tiene que decir. Muere el manifiesto del parecer sobre un tema porque la violenta opinión ajena le impide abrir la boca. Es sólo un  sencillo movimiento donde la lengua, el aire, la musculatura maxilofacial coordinan movimientos y se expulsan fonemas: se están cometiendo injusticias.  Pero no puede articular palabra. ¡Shhh! Ese aplastante control sobre la mente humana pone un parche a los sentimientos y el silencio es la única respuesta. A callar. No estás en el club de los elegidos, de los amiguetes de turno del mandamás.

Así vence el descaro del opresor, del impositor, del que no escucha nada porque todo el mundo está en silencio obligado y nadie se queja. Hoy la hoguera de San Juan me ha contado un relato oscuro: hemos vuelto a la dictadura. No se crean que el fuego es idiota. Este sí que sabe muy bien de lo que habla. Sabe muy bien que nadie está de acuerdo porque él escucha con atención las súplicas y los deseos del pueblo. Y es que el pueblo somos todos, no solo unos amigos, unos colegas o el propio beneficio.

Entre muros escondidos, brindan los mudos, la mirada agachada, asumiendo su derrota. Y el fuego, me sigue hablando, me rodea vivo ajeno a la lluvia, mientras los niños bailan, felices, entre las llamas.

(San Juan, 2024)

miércoles, 12 de junio de 2024

Novatos y veteranos





                                                    Imagen :  El sillón real ( Isabel Bravo)



 Se frotan las manos con impaciencia. 

-Un día se irá y nos dejará su asiento- se escucha.

Escrito en este cuento voló su tiempo entre compases de espera. Se escuchó su palabra entre refranes y risas ahogadas. Honró con su presencia, dando el todo y mucho más que favores de mecenas caros. Brilló con calidad, con buen gusto, con la certeza de saber caminar entre compañerismo y justicia.

Aunque aún permanece sentado en la ecuanimidad, sobre los buenos momentos,  ya se olvidan algunos de su presencia y de los tragos duros donde luchó por lo justo. El yo se impone al final y aquí llega la juventud arrasando y parece que el polvo de lo antiguo, les molesta. 

Seguro que marcharía en silencio si pudiera, entre la atónita mirada de la ingratitud, entre el menosprecio, recordando cómo fue su primer día... tan distinto a lo que hoy observa.

Su ayer fue una canción diferente, con el estribillo de un corazón noble, con el respeto a las canas, escuchando atento el consejo y el valor del que estuvo antes en su lugar. Esta tonadilla jamás debería de ser olvidada, por lo que es la grandeza de sentarse en una silla respetando el trabajo de muchos años; de aquellos brazos, piernas, bocas, cerebros que dejaron un lugar más cómodo pasado el tiempo.

Un día, después de un año, el joven será veterano y es muy posible que otro nuevo codicie su poltrona...porque la historia que  tú creaste, contiene en el fondo de su botella muchos posos de sabiduría y nadie se librará de sus consecuencias; incluso quien más la estudia, por desgracia, suele repetir el desastre, ignorando el beneficio de su enseñanza.

Así visto desde la barrera, yo diría: déjate de glorias, veterano y disfruta de la vida. Olvídate de los novatos porque el tiempo pasa  sin remedio para todos,  y tú, en el fondo, siempre serás sólo un número más en esta lista.

Isabel Bravo

domingo, 14 de abril de 2024

El todólogo






EL TODÓLOGO

Estaba en la penumbra, allí, agazapado en una esquina, armado impasible, como el que no mira, con su móvil. La figura alta, firme, pero un poco inclinada como el jorobado de Notre Dame, buscando datos en la web, incansable, no dando tregua a su cerebro que todo lo busca y que todo lo abarca: es el todólogo del barrio.

De su voz potente (que no ahorra en decibelios ni en decoración de gargarismos antes de sus recitales de sabiduría) , saben bien todos los vecinos; con ventanas abiertas o cerradas, con misiles de protección anti volumen, nadie se libra de su perorata.

Comienza el espectáculo en el interludio en el que, el público saca a pasear a sus perrillos, a fumarse un pitillo (o algo peor) o a tomar la fresca. A veces, no se arranca ni con un cordial "buenas tardes", e inicia directamente el tema de debate con su facilidad de palabra hueca y su sabiduría espontánea. Palabra de Dios con la Biblia de Internet en la mano. Pocos osan rebatir su elocuencia y saber. Pocos tienen el coraje, y se escuchan más  síes que noes, concediendo la razón para el deleite del orador compulsivo.

Así están las cosas con los que, aburridos,  buscan la información confidencial en las nuevas tecnologías y se plantan a lucirse en medio del cuarto de hora, voceando su habilidad secreta. Todo lo conocen, todo lo tienen bajo control... Hasta que, a veces, algunos espantados cerebros, escuchando incoherencias graves o tamañas barbaridades deciden cortar por lo sano los desaguisados. Tal cual,  de forma espontánea, de un tajo firme, causan el mutismo repentino del sabelotodo, que huye espantado con la excusa de que tenía algo en el fuego.

Estos personajes que entretienen nuestras ratos, son la sal de la vida, como Quijotes y Sanchos, cual juglares perpetuos que controlan la política, el fútbol, los cotilleos del corazón y las últimas noticias... son esos inocentes resabidillos, a los que hoy les dedico este momento de ternura. No creo que nadie quiera que se extingan, aunque ahora, peligrosamente, se nos hayan modernizado tanto. 

Será mejor no consultar a la inteligencia artificial  para saber qué opina sobre esto, no vaya a ser que también se nos anime, se auto estimule y se busque una alameda iluminada, amplificando con I-Vox su voz plagiada y nos regale una disertación gratis todas las mañanas. A evitar.


Isabel Bravo Gutiérrez-Barquín ( Abril 2024)




miércoles, 20 de marzo de 2024

La lechuza de Minerva









Minerva había capturado una extraña lechuza. Aquella noche sucedió algo extraordinario en su bosque-jardín exótico; en el interior de la jaula de color dorado que ella escondía, debajo de una cubierta negra había una lechuza atrapada . Al entrar por el agujero, la puerta se le había cerrado con una trampilla automática y el ave se había quedado aislada sin posibilidad de huida.

Le gustó aquella forma de corazón de su cabeza , el plumaje de aspecto suave y vistoso aunque, no tanto, un inusual  aspecto medio albino y medio morado que recubría su cuerpo.

Estuvo un tiempo contemplándolo y observó contrariada que tenía una pata herida. Había sangre en el suelo. Sin duda, había estado buscando refugio para curarse y sin querer, se había encontrado con una cárcel de por medio. Parecía como si la aparición de esa lechuza fuera un presagio que augurara algún acontecimiento en su vida o por lo menos, así lo presentía Minerva. 

Durante unos días le alimentó como pudo ofreciéndole insectos, algún pajarillo y algún que otro roedor que compró en la tienda del pueblo. Se los traía vivos, los posaba en la jaula como si fueran una ofrenda mística hasta que él se lanzaba sobre ellos y los devoraba sin contemplaciones.

Colocó la gran jaula junto a un olivo cerca de la casa y dejó abierta la puerta de par en par para ver si salía. Aquel día el tiempo estaba agitado; durante toda  la tarde había hecho un viento un tanto inquietante,  y ya de noche, por fin, observó con alegría cómo salía con timidez, dando saltitos hasta desaparecer con un bonito vuelo desplegando sus enormes alas. Pero al día siguiente regresó.

Así se acostumbró a ir y volver y para cuando se dieron cuenta pasados los días, ya se habían hecho amigos. Un día la lechuza se puso a hablar con Minerva para su sorpresa. En ese momento mágico le contó cómo una crueles mujeres habían intentado teñir de color morado sus plumas para que fuera la mascota de una manifestación feminista. Ante tamaña maldad había reaccionado con espanto, con tan mala fortuna que su patita se había dañado en la huida.

Pero tú no estás conmigo por casualidad ni para contarme eso ¿verdad?- Le preguntó Minerva- Tu presencia en mi jardín tiene algún significado añadido. ¿Me equivoco?

La lechuza posó sus penetrantes ojos  en la mujer y no quiso contestar. Como toda respuesta se giró en redondo y se marchó volando hasta desparecer entre la niebla de la noche.

La pregunta sin respuesta quedó en aire como un enigma místico...Aún Minerva busca respuestas a sus incógnitas en el aire. Quizás la solución a todos nuestros conflictos están en nuestra propia conciencia.



domingo, 18 de febrero de 2024

TÁCTICAS...

 






Decía Mario Benedetti: "Mi  táctica es

                                                             mirarte

                                       aprender como sos

                                       quererte como sos

                                       mi táctica es

                                                           hablarte

                                      y escucharte

                                      construir con palabras

                                     un puente indestructible..."


             Y esa estrategia de quedarse en el recuerdo de la otra persona, de la manera que fuera, siendo franco y sin tapujos, sabiendo lo que hay entre dos para que ella, atrapada, le necesitara...Esa es la táctica del seductor,  y por qué no, también la de la hechicera. 

Mirarte, no es mal plan, no. Me llevan horas, días, semanas,  años aprenderte, conocer lo que no sé aún de ti. Y te quiero como eres. No pido más que quedarme en tu cabeza y llenarla de mis risas, de mis palabras, de mis meteduras de pata. Y que me pienses.     

Decía Mario Benedetti: " y que no nos vendamos

                                         simulacros

                                         para que entre los dos

                                        no haya telón

                                                             ni abismos"         


Isabel