martes, 20 de agosto de 2024

Guirnaldas de agosto

 




Mi escoba se encuentra aún con algunas chispas verde fosforito ocultas en las esquinas. Son restos de guirnaldas del Año Nuevo: un fulgor engañoso de alegría y felicidad en el suelo de nuestras vidas.

El verano sonríe para disimular el dolor suicida de ese ruido de la memoria. El polen está alto, el clima mayormente soleado y el IBEX 35 a -0,02%...

Agosto tiene los días contados y permanece en un recuerdo lejano una mirada y un beso. He cambiado el color de mis vestidos para no ahogarme a escondidas. Quizás el mar ya no signifique nada. Quizás, septiembre se digne a encontrarme por fin, y me cuente una historia de aliento y esperanza.