" La vida es sueño", decía Segismundo en la obra de Calderón de la Barca," toda la vida es sueño y los sueños, sueños son." A ello se refería para expresar la inconsistencia de nuestras ilusiones y deseos, de nuestros engaños y desengaños en la vida donde sufrimos un sin-vivir queriendo tenerlo todo: poder, dinero, belleza...toda una ilusión fugaz que se pierde con la muerte.
El arte de soñar, de conciliar un buen sueño está unido simbólicamente a la inocencia, al ser que hace el bien, el bondadoso que duerme como un lirón. Dormir sin remordimientos de conciencia, se dice. El sueño de los justos.
El ser humano no puede vivir sin dormir. Las consecuencias de no descansar causan irritabilidad, stress y el carácter y la salud se deterioran. Un sueño incompleto nunca más se vuelve a recuperar. Especialistas y expertos del sueño dicen que es muy común pensar que las horas perdidas de sueño durante la semana se pueden restaurar en el fin de semana o durmiendo más otro día diferente.Nada más lejos de la realidad, puesto que lo que conseguimos es alterar el ritmo circadiano o ritmo biológico, que es el que nos regula las horas de sueño.
Sin embargo, si que es posible, volver a regular ese reloj corporal y recuperar el bienestar del ciclo diurno y del ciclo nocturno. Es cuestión de volver a normalizar las funciones del sueño.
El sueño tiene funciones reparadoras cerebrales. Las horas de sueño se reducen con la edad y es normal que en la vejez se duerma menos. Los niños y jóvenes tienen más necesidad de sueño y parece ser que las horas necesarias de dormir varían según la edad.
El tema del sueño ha sido la inspiración constante de escritores, artistas, músicos y compositores. El arte del sueño aparece en "El sueño de una noche de verano" de W. Shakespeare y F. Mendelsshon, el "Preludio a la siesta de un fauno" de C. Debussy unida a la escandalosa coreografía de Nijinski a principios del siglo XX o el cuadro de F. Goya "El sueño de la razón produce monstruos".
Si que se produce un horror con el sueño incompleto, cuando el hombre abandona la razón y se deja guiar por el autoengaño. Los sueños no son sueños entonces, sino terribles pesadillas, monstruos y visiones tenebrosas.
Si el sueño fuera (como dicen) una
tregua, un puro reposo de la mente,
¿por qué, si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?
¿Por qué es tan triste madrugar? La hora
nos despoja de un don inconcebible,
tan íntimo que sólo es traducible
en un sopor que la vigilia dora
de sueños, que bien pueden ser reflejos
truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra
y que el día deforma en sus espejos.
¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?
(Jose Luis Borges.El sueño)